CIUDAD DE MÉXICO.— Con asignaciones pendientes en materia de seguridad y reducción de la pobreza, el presidente Andrés Manuel López Obrador alardeó el miércoles en la presentación del tercer informe de gestión sobre los resultados económicos, pero admitió que aún no ha cumplido con la descentralización del gobierno ni la resolución del caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos hace siete años.
“La transformación está en marcha”, dijo López Obrador al ofrecer al país el balance de gestión a casi la mitad de su sexenio, y exaltó como objetivos de su administración el “seguir poniendo al descubierto la gran farsa neoliberal y auspiciando el cambio de mentalidad del pueblo, porque eso es lo más cercano a lo esencial y lo irreversible”.
En un discurso que ofreció ante una veintena de integrantes de su equipo y estrechos colaboradores en el palacio de gobierno, el mandatario se centró en las acciones que ha seguido para combatir la corrupción.
“Si avanzamos y resistimos es porque nos decimos a enfrentar en primer término, en primer lugar, la peste de la corrupción que tanto daño le ha causado a México y a su pueblo. Esto siempre lo ha sabido el pueblo, pero es ahora que se comprende mejor y se asiente como una realidad porque el dinero que antes se robaban ahora llega a los de abajo”, indicó López Obrador al asegurar que durante su gestión se acabó con las condonaciones de deudas, los contratos leoninos, el uso de fondos de manera discrecional para el beneficios de minorías y el gobierno de lujo y frivolidad.
El gobernante sostuvo que el combate a la corrupción y la administración de austeridad le permitió “liberar más presupuesto en beneficio del pueblo”, no adquirir nueva deuda pública y no elevar los impuestos ni los precios de los combustibles.
Al hablar de sus resultados en materia de economía López Obrador afirmó que se logró un “récord histórico” con las remesas, que cerraron el año pasado en 40.600 millones de dólares; la inversión extranjera, el aumento de 44% del salario mínimo, la no devaluación del peso y el incremento de las reservas internacionales, que alcanzaron la semana pasada 205.391 millones de dólares.
El mandatario también se refirió a las proyecciones del Banco de México, que apuntan a que la economía registrará un crecimiento 6,2% del Producto Interno Bruto (PIB) dejando atrás los resultados negativos del año pasado cuando se reportó una contracción de 8,2% debido en parte a la crisis mundial generada por la pandemia del coronavirus.
Al referirse a la inflación, López Obrador admitió que el indicador ha reportado un crecimiento que atribuyó al aumento del precio del gas pero sostuvo que espera resolver el problema con la empresa estatal de gas licuado de petróleo que comenzó operar esta semana.
En la primera quincena de agosto la inflación alcanzó una tasa interanual de 5,58%. Entre aplausos de sus colaboradores, el gobernante presumió de sus resultados económicos y expresó, dirigiéndose a sus adversarios, “es como decirle a los tecnócratas neoliberales tengan para que aprendan”.
Si bien el gobierno ha logrado unas finanzas públicas relativamente sanas y una estabilidad financiera, Carlos González, director de análisis económico, cambiario y bursátil de la Casa de Bolsa Monex, afirmó que las políticas que ha seguido para fortalecer a las empresas públicas en sectores claves como el eléctrico y el petrolero han desestimulado la inversión privada.
González dijo a la AP que la administración de López Obrador aún enfrenta grandes retos en materia de crecimiento económico debido a que México todavía está por debajo niveles que habían antes de la pandemia.
El analista agregó que el gobierno también tiene una tarea pendiente para mejorar las finanzas de la corporación estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) que aseguró que están “más débiles”. Como habían anticipado algunos analistas, López Obrador no se refirió al aumento de la pobreza, que pasó de 41,9% en 2018 a 43,9% el año pasado, según cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval); y habló brevemente sobre el problema de la violencia asegurando que se había detenido la tendencia ascendente de los homicidios y que sólo aumentaron los feminicidios, las extorsiones y el robo individual.
Al respecto, María Elena Morera, directora de la agrupación local Causa en Común, que defiende los derechos y libertades, afirmó que en materia de seguridad López Obrador dio un “discurso engañoso” y le dedicó escasos minutos a pesar de que aseguró que México enfrenta una “grave crisis de inseguridad”.
Morera lamentó que el mandatario no presentara al país ninguna estrategia o plan a uno de los problemas fundamentales del país. En relación al incidente que ocurrieron el fin de semana en el sur del país con un grupo de migrantes que fueron brutalmente agredidos por elementos de migración, el mandatario se distanció de las acciones de esos funcionarios asegurando que en su gobierno no se violan los derechos de los migrantes y que las personas implicadas en ese evento están a la disposición de los órganos de control.
“Él nos va a plantear un México de avance, de transformación, de innovación”, dijo el académico del Tecnológico de Monterrey, Patricio Morelos, al asegurar que López Obrador se desligará de los resultados negativos de su administración para evitar que esos mensajes puedan llegar a los sectores populares que constituyen su base de apoyo y que le ha permitido alcanzar un respaldo popular del orden del 60%, muy por encima de su antecesor Enrique Peña Nieto (2012-2018) .
Morelos indicó que aunque los sectores populares puedan verse afectados por la recesión o una creciente inflación, el apoyo económico que reciben del gobierno por un monto equivalente a los 750 dólares por familia “les generan una sensación de mayor confort”.
Al hablar de sus planes futuros, el gobernante, de 67 años indicó la víspera que con el reciente nombramiento en la Secretaría de Gobernación de Adán López Hernández, exgobernador de su estado natal de Tabasco, espera avanzar en su proyecto político.
Asimismo, adelantó que enviará al Poder Legislativo, controlado por el partido oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en alianza con otras organizaciones, tres proyectos de reforma en materia energética, electoral y para que la Guardia Nacional pase a formar parte de la Secretaría de la Defensa.
El mandatario logró que el Congreso aprobara este año una reforma eléctrica y de hidrocarburos para fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad y Pemex, pero las leyes se vieron bloqueadas por medidas judiciales.