Santo Domingo.-Este viernes se cumplen 51 años del asesinato del líder revolucionario, dirigente estudiantil y luchador antitruijillista Amín Abel Hasbún. Fue asesinado el 24 de septiembre de 1970 a la edad de 28 años.
Abel Hasbún, fue ultimado de un tiro en la cabeza con una pistola calibre 45 por agentes de la Policía Nacional Dominicana, mientras se encontraba en compañía de su esposa Mirna Santos, quien estaba embarazada, y su hijo de dos años de edad durante la época denominada “Los doce años de Balaguer” (1966-1978).
Su asesino, el raso López Acosta fue condenado a cinco años de prisión, siendo libertado al cumplir la mitad de la condena.
Abel Hasbún fue indicado como uno de los organizadores del comando que secuestró a coronel norteamericano Donald J. Crowley, agregado militar de la embajada de Estados Unidos en el país.
Crowley fue liberado después que el gobierno de Balaguer dejó en libertad a los dirigentes del Movimiento Popular Dominicano (MPD), encabezados por su líder Maximiliano Gómez (El Moreno). Tanto Amín Abel, como su partido y familiares, negaron reiteradamente la acusación.
Después del secuestro de Crowley y la posterior liberación de los dirigentes emepedeístas, Amín Abel fue víctima de una brutal persecución por parte del gobierno de Balaguer, por lo que tuvo que pasar a vivir en la clandestinidad, hasta el día de su asesinato.
Amín Abel se inició en la lucha política en 1960, en labores clandestinas contra el régimen de Trujillo. Participó luego en las movilizaciones callejeras en los meses de julio, agosto y septiembre de 1961.
De 1961, a raíz de la muerte de Trujillo ingresó oficialmente en el movimiento revolucionario «14 de junio».
Se unió a las movilizaciones estudiantiles en la Universidad de Santo Domingo en el mes de octubre del mismo año y que culminaron con una verdadera masacre escenificada en la calle Espaillat, el día 20 del mismo mes.
Estuvo presente en las luchas que desarrollaron los estudiantes universitarios para obtener la Ley de Autonomía en los meses de diciembre de 1961 y de enero de 1962.
El mismo día del golpe de Estado en 1963, que derrocó el gobierno constitucional del profesor Juan Bosch, fue apresado por las fuerzas policiales. Se escapó del palacio policial. Posteriormente participó en las actividades de apoyo urbano a las guerrillas, organizadas en 1963 por el movimiento «14 de junio», y que encabezó Manolo Tavárez Justo.
En 1964 fue elegido secretario general de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED) y delegado estudiantil al Consejo Universitario y siendo reelecto en el cargo por otro período de dos años.
Al terminar la guerra, pasó de dirigente de la Juventud Estudiantil del «14 de junio» a miembro de la comisión preparatoria del Congreso de ese Partido. En dicho congreso celebrado en 1966, fue elegido miembro del Comité Central ocupando la secretaría de finanzas de esa organización.
En diciembre de 1966 pasó a formar parte del movimiento Popular Dominicano (MPD), donde trabajó en el aparato urbano y posteriormente en el rural .
Se graduó ingeniero civil en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) con el grado Summa Cum Laude.
En honor a sus méritos y lucha a favor del pueblo, la facultad de Ingeniería y Arquitectura de esa casa de altos estudios lleva su nombre.
En 1969 fundó el Frente Estudiantil Flavio Suero (Feflas) y perteneció a la dirección central del MPD.
América Latina busca su camino
Considerado como uno de los políticos marxistas de más sólida formación teórica, Amín Abel Hasbún dejó inconcluso su libro «América Latina busca su camino». Fue publicado, en el nivel de elaboración en que se encontraba, en noviembre de 1972.
En ese libro, el dirigente político insistía en que «Latinoamérica y cada país en particular tiene que elaborar su propia línea política revolucionaria, aplicando creadoramente a su historia y a su realidad la verdad universal del marxismo-leninismo».
Insistió en la necesidad de aprender de las experiencias internacionales; pero siempre con miras a «construir nuestro propio camino».
Caracterizó la situación del movimiento revolucionario latinoamericano de su época de la siguiente manera, «nos encontramos en el momento de la búsqueda y la investigación de nuestra realidad, aplicando a ésta la verdad universal del marxismo–leninismo».
Su libro quedó trunco en el capítulo en que Amín Abel Hasbún analizaba las experiencias de la revolución de Abril y la intervención militar norteamericana de 1965.