Si hay un político que ha sido coherente con su posición desde que fue candidato en el 2015, antes de asumir su primer período 2017-2021, luego lo reiteró a partir del año 2022, cuando anunció que se presentaría, lo reiteró como candidato ante Kamala Harris, y lo dejó sellado en su discurso de toma de posesión, el 20 de enero del año 2025, para el período 2025-2029, ha sido Donald Trump.
Las posiciones están claras, hacer Estados Unidos grande de nuevo significa enfocarse en sus intereses nacionales, en el bienestar de su pueblo, en su patio trasero, que es América Latina y el Caribe (ALC).
Con sus acciones, tanto las personales como las de presidente y las acciones del vicepresidente J. D. Vance, el secretario de Estado, Marcos Rubio, el secretario de Guerra Pete Hegseth, han dejado claro cuál es la intención de EE. UU.
No obstante, eso no se había puesto en un documento en blanco y negro, podíamos especular, pero no se había formalizado hasta que se da conocer la Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos para los próximos años, a final del mes de noviembre de 2025, un documento de 33 páginas, deja claro hacia dónde van los EE. UU. en el tema de la seguridad nacional, deja claro cuáles son sus prioridades y sin lugar a dudas la prioridad, la que está encabezando el documento, es el hemisferio occidental, o sea, ALC, el área de influencia natural de EE. UU. Es por eso que denominan a esa estrategia para la región de ALC, como el corolario Trump a la doctrina Monroe, que acaba d cumplir 202 años, promulgada por el quinto presidente de Estados Unidos, James Monroe, el 2 de diciembre de 1823, que tuvo un corolario en 1880 del presidente Hayes, un segundo corolario en 1904, por Teodoro Roosevelt y ahora formalmente por el presidente Donald Trump.
Es por eso que los países de ALC nos tenemos que preparar para lo que viene y ya se están viendo las acciones, lo que sucede en Venezuela, lo que sucedió en Panamá, que casi obligó al presidente José Raúl Mulino a cortar con China en la iniciativa de la Franja y la Ruta y presionar a China para que empresas de este país asiático dejen de administrar los puertos en el canal de Panamá; influencia en las elecciones de Argentina, donde el presidente Javier Milei tuvo una victoria gracias a la influencia de EE. UU. Influencia en las elecciones de Honduras y va a seguir influyendo las elecciones de Colombia y Brasil del año 2026 y todas las demás, porque eso está claro hacia dónde va a EE. UU. a enfocar su poder y su esfuerzo.
Recomiendo leer el documento y prestar atención, porque el mundo, y de manera especial esta región, va a cambiar o ya está cambiando a partir de la puesta en práctica de lo que se plantea en ese documento.
República Dominicana y su liderazgo deben seguir fortaleciendo sus relaciones con EE. UU., pero nunca cediendo su soberanía y su libertad de tener relaciones armoniosas y de ganancias compartidas con países como China. Adelante.
