América despide con enfrentadas posiciones a su último revolucionario

América despide con enfrentadas posiciones a su último revolucionario

América despide con enfrentadas posiciones a su último revolucionario

Fidel Castro durante una concentración en La Habana.

 Bogotá.- Pocos hechos han generado tantas y tan enfrentadas reacciones en la América de la posguerra fría como la muerte del padre de la Revolución Cubana, Fidel Castro, el último revolucionario del Siglo XX.

“Lamento el fallecimiento de Fidel Castro Ruz, líder de la Revolución cubana y referente emblemático del siglo XX”, dijo el gobernante mexicano, Enrique Peña Nieto, poco después de conocerse la madrugada de este sábado que Fidel Castro había muerto la noche del viernes en La Habana.

Los mandatarios de Venezuela, Nicolás Maduro; Bolivia, Evo Morales; y Ecuador, Rafael Correa, aliados del régimen castrista en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), mostraron de inmediato su pesar.

“Se fue un grande. Murió Fidel. ¡Viva Cuba! ¡Viva América Latina!”, reaccionó Correa, mientras que Maduro destacó que a todos los revolucionarios del mundo les “toca seguir su camino” y consideró que Castro y el expresidente venezolano Hugo Chávez “dejaron abierto el camino para la liberación de nuestros pueblos».

“Realmente duele la partida del comandante, del gigante de la historia de la humanidad”, dijo Evo Morales al expresar “su profundo dolor».

En EE.UU.algunos congresistas de Florida y grupos de exiliados cubanos en Miami celebraron la muerte del que calificaron de “tirano”, quien en 1959 derrocó al dictador Fulgencio Batista para instalar una dictadura comunista.

“El fallecimiento del dictador pone punto y final a un largo y doloroso capítulo en la historia de Cuba”, aseguró el congresista Carlos Curbelo. El reconocido senador estadounidense Marco Rubio señaló que “desgraciadamente, la muerte de Fidel Castro no significa libertad para los cubanos». “El dictador ha muerto, pero la dictadura no”, concluyó.

El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, prometió que su Gobierno hará “todo lo posible para asegurar que el pueblo cubano pueda iniciar finalmente su camino hacia la prosperidad y libertad».

Fue un “brutal dictador” que “oprimió a su propio pueblo”, arremetió Trump al afirmar que con el fallecimiento de Castro queda “un legado de fusilamientos, robo, sufrimiento inimaginable, pobreza y negación de derechos humanos fundamentales».

El aún residente en la Casa Blanca, Barack Obama, impulsor de la restauración de las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana tras más de cinco décadas de fricciones, dijo que “el pueblo cubano debe saber” que Estados Unidos es “su amigo y socio” y pronosticó que la historia “registrará y juzgará el inmenso impacto» de la “singular figura” que fue Fidel Cstro.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, señaló que “con profundo pesar, me enteré hoy de la muerte del presidente cubano (…) un legendario revolucionario y orador que hizo significativas mejoras a la educación y sanidad de su nación».

Los organismos interamericanos expresaron su pesar y admiración por la figura histórica del hombre que el 25 de noviembre de 1956, junto a 81 seguidores entre los que se encontraba el “Che” Guevara, partieron de México a bordo del “Granma” para dar inicio a la fase final de la Revolución Cubana.

“Despedimos con dolor al líder más grande de la historia de la soberanía, Fidel Castro. Nuestra solidaridad con su familia y el pueblo cubano”, comentó el secretario general de Unasur, Ernesto Samper, quien calificó a Castro como “el líder latinoamericano más importante del siglo XX».

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, envió su “respeto” y “condolencias” a Cuba por el fallecimiento de Fidel Castro, el “líder histórico de la revolución cubana».

Cuba, país garante de los acuerdos de paz entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fue siempre un amigo del fin del conflicto colombiano y como tal recibió la solidaridad de ambas partes tras la muerte de Fidel Castro.

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, manifestó que Fidel Castro “reconoció al final de sus días que la lucha armada no era el camino.

Contribuyó así a poner fin al conflicto colombiano” y a su vez el jefe máximo de las FARC, Rodrigo Londoño, despidió a Castro como “uno de los grandes” del mundo y afirmó que su memoria merece gloria eterna, mensaje que cerró con un ”!Viva Fidel, Carajo!!!».

El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez transmitió sus condolencias “al gobierno, a la familia de Fidel Castro Ruiz y a todo el pueblo cubano”, y su par chilena, Michelle Bachelet, precisó que Castro fue “un líder por la dignidad y la justicia social en Cuba y América Latina».

El gobernante brasileño, Michel Temer, afirmó que “Fidel Castro fue un líder de convicciones. Marcó la segunda mitad del siglo XX con la defensa firme de las ideas en las que creía».

El expresidente Luiz Inacio Lula Da Silva recordó que “para los pueblos de nuestro continente y los trabajadores de los países más pobres, especialmente para los hombres y mujeres de mi generación, Fidel fue siempre una voz de lucha y esperanza».

“Mis condolencias al gobierno cubano por el fallecimiento de Fidel Castro”, fue la expresión escueta del mandatario argentino, Mauricio Macri.

El presidente salvadoreño y exguerrillero , Salvador Sánchez Cerén, aseguró que el deceso de Fidel Castro supone “la pérdida de un gigante de la humanidad que impulsó una lucha sin precedentes para lograr una América Latina libre, inclusiva y unida».

En Panamá, el presidente Juan Carlos Varela transmitió sus “condolencias al Pueblo y al Gobierno de Cuba por la muerte de Fidel Castro».

El astro del fútbol mundial, el argentino Diego Maradona, quien calificó al líder cubano Fidel Castro como un “segundo padre”, aseguró que su desaparición supone “el dolor más grande” después de la muerte de sus progenitores.

El Gobierno cubano decretó hoy nueve días de luto por su muerte y anunció un programa de homenajes públicos antes de su entierro en el cementerio de Santa Ifigenia, en la ciudad oriental de Santiago de Cuba, considerada la cuna de la revolución que lideró Fidel Castro.