Suena bonito y muchos dirán: ¿pero no siempre es primavera cuando amamos? En la primavera todo lo hermoso es visible, florecimiento, colores, energía, es la armonía viviente, es lo que podríamos llamar el enamoramiento, la idealización, es el estado más sublime cuando lo estamos viviendo, pero, el amor pasa por diversas estaciones muy ricas también y que es sano pasar por ellas, aquilatando por igual lo que nos ofrecen.
La pasión encarnada en el verano, el otoño del amor maduro con las imperfecciones ya descubiertas y que también amamos, el invierno, cuando ya se acerca el final, muchas veces esta etapa significa la muerte del amor, una transformación del mismo con la cual se puede crecer también.
Amar la alegría, la renovación, los colores, el resplandor de una primera sonrisa, de ir descubriendo a cada momento esa nueva compañía, eso me dice, es amar en primavera.