Cuando las personas tienen dolor, se les hace difícil creer que hacer ejercicios puede mejorarlos. Sin embargo, cientos de estudios realizados sobre la relación dolor-ejercicio-mejoría ha demostrado que aun cuando tenemos o sentimos algún dolor debemos ponernos en movimiento.
Usted puede hacer su propia búsqueda sobre el tema. No importa si su dolor está relacionado con su periodo menstrual, artritis, osteoporosis, fibromialgia u otra causa; ejercitarse le puede ayudar a mejorar su condición.
Cuando nos ejercitamos, activamos la generación de endorfinas y es como si estuviéramos inyectando algún calmante sobre nuestro cuerpo. También se incrementa la generación de serotoninas y el cerebro nos manda descargas de bienestar.
Las personas físicamente activas son más sanas y tienen vida más larga que quienes llevan vida muy pasiva. Recuerde que siempre digo que cada individuo debe empezar en el momento que está y avanzar gradualmente para ganar resistencia y flexibilidad.
He aquí algunos de los beneficios del ejercicio frecuente, según el libro “Camine con gusto”: reduce la ansiedad, controla la presión arterial, los triglicéridos y glucosa (azúcar) en la sangre, porcentaje de grasa corporal y pérdida de masa ósea.
Hacer rutinas de 10 a 30 minutos cada día también ayuda con el estreñimiento, la depresión, caídas y fracturas, fragilidad y discapacidad en las personas mayores, frecuencia cardiaca en reposo, riesgo de infarto, aislamiento social y estrés.
Ejercitarse también ayuda con los dolores menstruales, de cabeza y migraña. Al mismo tiempo contribuye con la perdida de peso y el incremento de la autoestima.
Ahora cuéntame, cuál es tu excusa para no empezar hoy una rutina sencilla de ejercicios.