China.-Para algunos es el renminbi o Moneda Popular. Para otros es el yuan, el kuai o el billete rojo. Cualquiera sea el nombre que se le dé, la moneda china afectó la semana pasada los mercados globales luego de la repentina decisión del banco central de devaluarla.
La decisión generó temores a una nueva guerra cambiaria y hasta motivó la indignación del candidato presidencial republicano Donald Trump.
¿Qué sucedió?
El Banco Popular de China, el banco central del país, hizo el martes pasado un cambio significativo en la forma en que administra el yuan al permitir que los mercados desempeñen un papel más importante en la valuación de la moneda.
Ahora fija a diario el valor del yuan respecto del dólar estadounidense sobre la base del nivel de cierre de la moneda del día anterior. Antes del cambio, el Banco Popular de China no se guiaba por la actividad diaria del mercado, y en ocasiones llevaba la moneda en la dirección opuesta.
De todos modos, la mano visible del estado no va a desaparecer por completo. La moneda sólo puede negociarse un 2 por ciento por encima o por debajo del nivel establecido.
Al mantener un férreo control sobre la moneda, el mecanismo contribuyó a proteger a China en momentos de turbulencia del mercado como la crisis financiera asiática y la crisis financiera global.
¿Por qué cambiar ahora, entonces?
El motivo del cambio genera debate entre los economistas.
Para el exterior al menos, se ha explicado la decisión en términos de una reforma clave que permite al mercado guiar el valor de la moneda. Un elemento central es el intento de que el Fondo Monetario Internacional acepte el yuan en su canasta de monedas de reserva, lo que colocaría al yuan a la par del dólar, el euro, el yen y la libra británica y acrecentaría la estatura global de China.
Permitir que el mercado guíe al yuan es el tipo de medida que debería complacer a los críticos, que acusan a China de controlar su moneda para ayudar a los exportadores a expensas de otros países. El FMI celebró el cambio, si bien agregó que esperará a ver cómo se instrumenta el nuevo mecanismo.
El yuan no ha subido mucho desde marzo, dado que las autoridades chinas apuntaban a la estabilidad en el marco de su meta ante el FMI.
Sea o no casual, la devaluación se produjo días después de que los datos indicaran una fuerte caída de las exportaciones. Una combinación de rebaja de las tasas de interés y estímulo fiscal para impulsar el crecimiento no ha tenido demasiado éxito.
Es por eso que el debilitamiento de la moneda se basa en la idea de que las exportaciones recibirán un impulso y reanimarán la economía.
Otro motivo que mencionan algunos es la declinación de las reservas de China, que se han reducido US$315,000 millones en el año hasta julio, a US$3,65 billones, en tanto el banco central mantenía la estabilidad de la paridad cambiaria.