Algo huele mal en la Abasaca

Algo huele mal en la Abasaca

Algo huele mal en la Abasaca

Hugo López Morrobel

Nadie pone en tela de juicio que el torneo de baloncesto superior de Santiago ha sido el más exitoso del país en los últimos años, por el trabajo constante y eficiente que se ha venido ejecutando, producto del empeño de una comisión de notables y reconocidos deportistas, para que las cosas funcionaran bien.

Debido al éxito en lo organizativo y competitivo, los santiagueros se sienten orgullosos de los resultados del espectáculo, que en la actualidad busca definir al campeón de su 41 versión.

Llama la atención que tras un espectáculo lamentable en unos de los partidos de las series semifinales el pasado sábado, se produce la renuncia del pleno de 28 miembros que integraban desde el 2016, el denominado “Movimiento por el Rescate y Transparencia del Baloncesto de Santiago”.

Ese movimiento surgió tras confirmarse que en la ABASACA, en ese entonces, se registraban irregularidades institucionales, financieras y técnicas, que saneó la comisión en poco tiempo.
Los dimitentes afirman que trabajaron para que el torneo se convirtiera en orgullo de los santiagueros y del país.

Esa decisión de gente que ama el baloncesto, llama a reflexión, porque todo indica que se produjo por desacuerdos con varios acontecimientos que se venían produciendo, entre ellos, el registrado la pasada semana, que originó caos, confusión y anarquía dentro y fuera de la arena del Cibao.

Ojalá que los directivos de la Abasaca se reúnan con los renunciantes y los convenzan de que desistan, porque de lo contrario, sin ninguna supervisión, monitoreo y asesoría, ese evento podría colapsar, irse a pique, como nave en mar revuelto. Y la verdad es que eso no conviene en nada al baloncesto dominicano.



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