LA HAYA. — Con cada hora que pasa se imponen nuevas restricciones a los viajes desde los países del sur de África, mientras el mundo se apresura a contener la nueva variante ómicron del coronavirus, que tiene el potencial de ser más resistente a la defensa que ofrecen las vacunas actuales. Muchos países, entre ellos Estados Unidos, Brasil, Canadá, Irán, Japón Tailandia y Australia se unieron a otros, como la Unión Europea y el Reino Unido, para imponer restricciones de vuelos desde los países del sur de África en respuesta a las advertencias sobre la transmisibilidad de la nueva variante: en contra del consejo de la Organización Mundial de la Salud.
Las compañías farmacéuticas expresaron su optimismo de que podrían perfeccionar sus vacunas para hacer frente a la nueva variante, aunque eso claramente tomará algo de tiempo. A pesar de la prohibición de vuelos, existe una preocupación creciente de que la variante ya se haya sembrado ampliamente en todo el mundo.
Se han notificado casos en viajeros en Bélgica, Israel y Hong Kong. El sábado, el secretario de Salud británico dijo que se identificaron en el país dos casos de la nueva variante ómicron del coronavirus, mientras que Alemania indicó haber detectado un caso probable.
Las autoridades holandesas también están comprobando la presencia de la nueva variante después de que 61 pasajeros en dos vuelos desde Sudáfrica dieron positivo por COVID-19. Las 61 personas permanecían aisladas el sábado.
La OMS identificó a la nueva variante con el nombre ómicron, etiquetándola como una versión preocupante debido a su alto número de mutaciones y algunas pruebas tempranas de que es más infecciosa que otras variantes. Eso significa que las personas que contrajeron COVID-19 y se recuperaron podrían estar sujetas a contraer la enfermedad nuevamente.
Podría llevar semanas saber si las vacunas actuales son menos efectivas contra la ómicron. Con tanta incertidumbre sobre la ómicron y debido a la poca probabilidad de que los científicos avancen mucho durante unas pocas semanas, los países de todo el mundo han estado adoptando un enfoque de seguridad primero, sabiendo que los brotes anteriores de la pandemia han sido impulsados en parte por las políticas de fronteras laxas.
“Parece extenderse rápidamente”, dijo el viernes el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre la nueva variante, apenas un día después de que celebró la reanudación de las reuniones presenciales para millones de familias estadounidenses para el Día de Acción de Gracias. Al anunciar nuevas restricciones de viaje, Biden dijo a los periodistas: “He decidido que vamos a ser cautelosos”.
Casi dos años después del inicio de una pandemia que ha provocado más de 5 millones de muertes en todo el mundo, los países estaban en alerta máxima. Las autoridades holandesas aislaron a 61 personas que dieron positivo por COVID-19 a su llegada en dos vuelos desde Sudáfrica el viernes. Están llevando a cabo más investigaciones para ver si alguno de los viajeros tiene la variante ómicron.
Los aviones aterrizaron en Holanda desde Johannesburgo y Ciudad del Cabo poco después de que el gobierno holandés, como otros en el resto del mundo, vetó el viernes los vuelos procedentes del sur del continente africano. Los 539 pasajeros que arrojaron negativo al COVID-19 pudieron regresar a sus casas o seguir sus viajes a otros país. Según las normativas holandesas, los residentes que puedan regresar deben guardar cuarentena durante al menos cinco días.
En Reino Unido, el secretario de Salud, Sajid Javid, confirmó que dos personas dieron positivo con la variante ómicron en la ciudad suroriental de Chelmsford y en el condado central de Nottinghamshire. Dijo que los casos estaban vinculados y relacionados con viajes desde el sur de África. Mientras tanto, un funcionario alemán dijo que existe una “muy alta probabilidad” de que la variante ómicron ya haya llegado al país.
Kai Klose, ministro de salud del estado alemán de Hesse, que incluye a Fráncfort, tuiteó que “varias mutaciones típicas de ómicron” se detectaron el viernes por la noche en un viajero que regresaba de Sudáfrica y que se sometió a una cuarentena en su casa. La secuenciación de la prueba aún no se había completado.