Alejandro Sanz habla de lo que hace para poder disfrutar de lo simple

Alejandro Sanz habla de lo que hace para poder disfrutar de lo simple

Alejandro Sanz habla de lo que hace para poder disfrutar de lo simple

Alejandro Sanz

España.-Un año y medio después de Alejandro Sanz publicar su duodécimo disco (Universal), el artista renueva su imagen y estrena tres canciones nuevas: “Volé, un tema introspectivo de sonido italianizante”; Cuándo, una canción romántica de las de Sanz de toda la vida, levemente aflamencada, y Correcaminos, una pieza urbana, vacilona y encantadora, cantada junto al venezolano Danny Ocean y producida por el barcelonés Alizzz, hablando para el periódico El Mundo de España, el artista español confiesa de como es su vida hoy día.

“Volé”, tiene que ver con el disco último, es en parte una canción contra Alejandro Sanz.
Siempre me he dado mucha caña en muchas canciones.

¿Con gozo o con arrepentimiento y ensañamiento?
No, arrepentimiento no, sino… Si acaso hay arrepentimiento es el de haber hecho daño al niño que me trajo hasta aquí, al que creyó, se esforzó y fue valiente.

Le he hecho cosas que están mal, pero también sé que la vida no es un camino de perfección, que la vida está hecha de equivocaciones y desencantos y el resultado… Bueno, no estoy disconforme del todo con él.

¿Podría sintetizar de en qué ha consistido esa parte de decepción íntima?
Esa es la conversación con mi terapeuta. En resumen, muchas veces antepuse a otra gente antes que lo que yo necesitaba y eso me ha dejado un daño. A veces lo haces por pudor, a veces por no saber decir que no. Y luego hay mil decisiones, mil errores de juventud.

El mundo está lleno de colegas suyos que anhelan hacer discos como un todo, con un hilo temático y con un sentido musical coherente.

Y a mí también me encanta, igual me encantaba el ritual antiguo de comprar un disco, ponerlo y escucharlo hasta saberme hasta la última nota. Pero hay que ser pragmáticos: eso ya lo hace poca gente. Ya me gustaría que se hiciera más.

Lo que no era justo era estar entre los dos mundos como estuvimos durante años, estar entre esa cultura del disco y la de ahora en la que las canciones se escuchan de una en una. Si lo piensa en positivo, esto tiene más sentido. La parte mala es que no tienes un concepto que te guíe.

La parte buena es que puedes trabajar con más gente, que no es una relación obsesiva con un productor… Yo qué sé, hay que buscarle lo positivo a todo.

Hábleme de Correcaminos, de la canción.
Me gusta todo. Me gusta mucho el símbolo del Correcaminos: el que elige su camino, apuesta por él y entonces ya nada lo puede detener. Antes me decía alguien que prefería al Coyote porque era el perdedor y supongo que nos pasa un poco a todos, pero ojalá que fuésemos más Correcaminos.

Volver a vivir en Madrid ayuda a eso, ¿verdad?
Ayuda muchísimo. Porque el sitio en el que vivía en Miami, era como una ficción. Bueno, ficción no es la palabra, aquello era una realidad compleja y puñetera como todas, pero volver a España también tiene ese sentido de romper la tendencia al aislamiento.

¿Y su relación con la música es estable y feliz o tiene épocas de no coger una guitarra en tres semanas y no querer escuchar música?
Me pasa eso. Hace muchos años yo veía que Paco de Lucía era así, que se pasaba meses sin tocar. Tenía una relación de amor y odio con la guitarra que yo no podía entender.

Entonces le salía una gira y tenía que meterse al estudio a hacer escalas como un novato. Me parecía incomprensible y ahora lo entiendo perfectamente después de 30 años de disco-gira. Claro que hay momentos en los que piensas ¿otro disco, para qué? Pero entonces se te aparece una canción, una guitarra, un estudio y ya lo ves todo de otra manera.

¿Le angustia?
El miedo existe pero ya he pasado muchas veces por ahí y sé que es cuestión de paciencia.

Habla

— Del artista
En la entrevista, Sanz dice que hoy día escucha música en el teléfono sobre todo, a veces conectado a unos altavoces por bluetooth. “En un Ipad que tengo conectado a Spotify. Y tengo un tocadiscos y una colección de discos”.