Alcaraz volvió al trabajo tras su primera derrota en una final de Grand Slam

Atrás quedó la tristeza de una primera final de Grand Slam perdida. Atrás quedaron los reproches propios («Está siendo mucho mejor que yo»). Atrás quedó algo de descanso y es hora de volver al trabajo. Carlos Alcaraz se entrenó, ya en cancha de cemento, después de su derrota, el 13 de julio, en la final de Wimbledon ante Jannik Sinner para ponerse a tono para el Abierto de Estados Unidos, que ganó allá por 2022.
Después de haber disfrutado de unas minivacaciones en Cádiz y Sevilla, el pupilo de Juan Carlos Ferrero y Samuel López se ejercitó en Los Belones, una localidad del municipio de Cartagena, comunidad autónoma de la Región de Murcia, en España.
El joven de 22 años, que mantiene el número 2 del mundo en el ranking mundial, renunció al Masters 1000 de Canadá, que comenzará próximamente en Toronto, por arrastrar «unos pequeños problemas musculares», según dijo.
El US Open, que tendrá lugar del 24 de agosto al 7 de septiembre en Nueva York, será la siguiente gran cita en el calendario de Alcaraz, que afrontará después de su participación en el Masters 1000 de Cincinnati, del 5 al 18 de agosto.,