El Senado estudia un proyecto de ley sobre manejo de basura, aprobado en julio por los diputados, que afectaría gravemente a empresas de municipios cuyos alcaldes alegan carecer de fondos para recoger desperdicios.
Aparentemente orientados por el encargado de Programas Especiales de la Presidencia, Domingo Contreras, algunos alcaldes aspiran a cobrar arbitrios ilegales para financiar sus cabildos.
Por ejemplo, en Boca Chica, su alcalde Radhamés Castro, dijo recientemente que sus ingresos son “prácticamente nulos” y que dedica el 80 %, de RD$10 millones que recibe del Gobierno, a la limpieza municipal.
Según Castro, “los hoteles, el puerto multimodal, el aeropuerto internacional, con miles de personas que entran y salen, ninguno paga impuestos”.
Eso es mentira. Aparte de emplear miles de personas, seguramente la mayoría de los trabajadores de Boca Chica, hoteles, puerto y aeropuerto aportan enormes cantidades de recursos al fisco.
La basura merece urgente solución, pero no como quisieran Contreras y Castro, mediante exacciones a empresas con mayores contribuciones fiscales, aportes comunitarios y responsabilidad social que muchos voraces y corruptos políticos.