El presidente Luis Abinader recién designó al cronista deportivo Alberto Rodríguez Mella como director ejecutivo del Instituto Nacional de Educación Física (INEFI), ala deportiva del Ministerio de Educación.
Conocimos a Alberto de empleado en una sucursal del desaparecido banco Baninter en el lado oriental de Plaza Naco, donde hacíamos transacciones derivadas de laborar en un diario propiedad de la institución financiera.
-¿Usted es DiMaggio Abreu?-, nos abordó cierto día el joven de brilloso pelo negro, que al instante expresó un elogio a nuestro desempeño en el diario y soltó: “Quiero ser cronista deportivo”. ¡Qué bien, adelante!, fue nuestra reacción, que no solemos recomendar.
Tiempo después despuntó con programas deportivos, comentarista con Licey y Toros, comercializador, elaboró suplementos o folios con motivo de la pelota invernal, columnista y exitoso gerente en clubes de baloncesto como en el Rafael Barias…
Alberto Rodríguez sorprendió con su irrupción en la política en la última campaña electoral y en medio de una ola de covid-19, llevando operativos de ayuda y arreglo de canchas a clubes de sectores populares de la Capital y el interior, en apoyo de la candidatura de Abinader y el PRM.
Con ello, Alberto se la jugó en dos campos: en el ámbito político, pues desafió a lo que parecía un poderoso PLD en el Poder; y puso en peligro su salud y de su familia codeándose con gentes de sectores vulnerables en medio de la pandemia.
Así, desde antes y después del triunfo de Luis Abinader, Alberto se ‘posteó’ como aspirantes a la dirección del Ministerio de Deportes y Recreación. Después que el presidente electo entregó tal dirección en manos Francisco Camacho, director de la Comisión de Deportes del PRM, designó a Rodríguez como viceministro administrativo de la Presidencia.
La llegada de Rodríguez al INEFI, en el penúltimo año escolar del cuatrienio 2020-24 en marcha, se antoja un poco tarde para enderezar el curso de esa dependencia de Educación. Desde el inicio de la gestión precedente, se decía que había una especie de administración bicéfala, con un director formal y un subdirector que por arraigo político lo definían como el verdadero ‘líder’.
Alberto tiene que andar ágil en alinearse con el programa curricular de Educación Física y el deporte escolar, reforzarlo si es preciso; presentar proyectos realizables importantes al ministro de Educación Ángel Hernández; suponemos que hay muchas áreas deportivas en escuelas por rehabilitar; tiene que construir canchas bien hechas, que dejen su marca, en escuelas de comunidades que, una ni otra tienen.
Como director del INEFI Rodríguez Mella debe mirar qué dice el programa de Gobierno del PRM sobre la pertinencia de los Juegos Nacionales Escolares; o si los asume como proyecto propio para 2023 o los primeros meses de 2024, edición que debería superar en éxitos los cuatro de las gestiones del PLD en Santo Domingo 2010, San Juan 2012, Moca 2014 y Monte Plata 2016.
Por lo pronto, felicitar y desear el mayor de los éxitos al frente del INEFI al entonces jovencito que en una sucursal bancaria nos confesara su deseo de ser cronista deportivo, punto desde el cual ha logrado un segundo decreto del presidente Abinader.