Santo Domingo-El cantante argentino Alberto Cortez no ocultó sus problemas de salud y en su encuentro con la prensa este fue el tema que más tocó, hablando de ello antes de que los periodistas le preguntaran.
Pero a pesar de su casi imposibilidad de caminar y moverse como lo hacía en años anteriores, el artista dijo que no está en su agenda retirarse del arte, debido que seguirá cantando porque es más feliz en los escenarios frente a un público que fuera de estos.
“Yo sigo cantando porque no tengo otro remedio, porque no soy más feliz fuera del escenario que en el escenario.
Yo soy un hombre feliz en el escenario y creo que eso se nota. Al menos a mí me lo parece. Yo salgo a cantar al escenario como si estuviera en el patio de mi casa y estuviera a mi madre y mis tías sentadas al sol de la tarde escuchando mis canciones.
Entonces me siento muy bien, muy contento y realizado cantando, porque parece ser que lo que escribo y lo que hago vale la pena”, dijo el artista.
El intérprete de “Mi árbol y yo” y otros éxitos, al referirse a su ausencia de más de cuatro años de los escenarios dominicanos, dijo que todo obedece a su delicado estado de salud y eso le impidió estar aquí antes.
“Si no he venido antes es porque he tenido que suspender en varias ocasiones por accidentes que he tenido. Un día saliendo del baño de mi casa resbalé, me caí y me rompí la cadera izquierda. Me tuvieron que operar, una cirugía que fue un éxito según los médicos, pero según yo no es así, porque he quedado ligeramente tullido”, señaló.
“Tengo que decir la verdad. Yo estoy herido de guerra y se lo comentaba a Javito, mi asistente, que hace todo lo posible para que yo no resienta este pesar que yo no he deseado y que me ha caído encima, pero qué le voy a hacer.
Pero él hace todo lo que puede para aliviar estos viajes hasta traerme a esta mesa y poder hablar con ustedes”, dijo el artista.
Sobre la música que se está haciendo en este momento, el cantante expresó que esta se ha convertido en un negocio muy importante en el mundo, ya que hoy en día los grandes consumidores de la música son los chicos, a quienes lo que les importa es bailar, no escuchar una buena melodía o unas buenas letras.
Al conversar con los periodistas dijo que una muestra de ello es que en los conciertos de ópera no se ven estos chicos que vayan a escuchar a los grandes artistas que han creado grandes obras inolvidables para la historia de la humanidad.
El cantautor argentino entiende que son tiempos que hay que vivir, por lo que no está en contra de ello, ya que la música se pone por radio y televisión para el que quiera escucharla, pero hay gente que no quiere darle vuelta a la historia.