Nueva York.-Cuatro décadas después del descubrimiento del campo petrolífero más grande de Estados Unidos, Alaska y sus perforadoras están tomando rumbos distintos.
Como enfrentan un déficit presupuestario de US$3,500 millones, los legisladores estatales votaron por estrecho margen en junio reducir las subvenciones fiscales que ahorraron a los exploradores de petróleo y gas casi US$1,000 millones anuales desde el 2007. Después, el gobernador Bill Walker congeló US$430 millones en reembolsos y propuso recortes más estrictos que podrían ser aprobados el próximo año.
Funcionarios estatales dicen que tienen pocas opciones, considerando la caída de los precios del petróleo y una decreciente economía estatal.
Las perforadoras en North Slope, la enorme extensión ártica que en su momento lideró la producción petrolera de Estados Unidos y sigue generando medio millón de barriles diarios, dicen que las políticas amenazan una incipiente recuperación del sector.
Un descubrimiento de 6,000 millones de barriles anunciado esta semana es una señal de que el sistema actual está funcionando, añaden.
“Otros estados y países están observando la manera en que incentivamos a las empresas a seguir invirtiendo”, dijo Kara Moriarty, presidenta de la Asociación de Petróleo y Gas de Alaska, grupo del sector con sede en Anchorage. “Alaska está viendo precisamente lo contrario”.
Cuando el petróleo superó los US$100 por barril en el 2014, Alaska recibió US$7.400 millones en impuestos y regalías petroleras para el año fiscal que terminó en junio de ese año, lo que cubrió casi un 90 por ciento de su presupuesto.
Se proyecta que para el año fiscal 2017 recibirá US$1,000 millones, un desplome de 86 por ciento, mientras los precios permanecen bloqueados en menos de la mitad de su punto más alto.
Las exenciones fiscales “se crearon para obtener nueva producción y lo lograron, pero a un alto precio”, dijo Douglas Reynolds, economista de la Universidad de Alaska en Fairbanks. “Muchas personas sienten que estamos sacando provecho al dinero recaudado, pero la cantidades probablemente menor a la que nos otros otorgamos”.
Las empresas petroleras dicen que no es el momento de elevar los impuestos.
Los tres mayores productores de North Slope, BP Plc, Conoco Phillips y Exxon Mobil Corp., rebajaron sus gastos y eliminaron más de 500 empleos durante el año pasado, mientras la tendencia de los precios a la baja global provocó que el costoso crudo de Alaska se volviera especialmente poco atractivo.
Al centro del debate hay un sistema que permite a las empresas deducir de sus impuestos las pérdidas operativas. Las perforadoras sin factura tributaria para compensar pueden cobrar pagos en efectivo al estado.
Poner fin o limitares a opción afectaría a las empresas, en especial a las perforadoras más pequeñas que probablemente son las que más arriesgan al explorar nuevas reservas, dijo Randy Hoffbeck, comisionado de rentas del estado. Aun así, el funcionario agregó que Alaska no tendría opción.