Santo Domingo.-La flautista Alaima González lleva la música en la sangre y, para ella, tocar su flauta es como entrar al mundo de los dioses, donde las cosas maravillosas siempre tienen un porqué.
Atenta, amable y muy a gusto con su carrera, la virtuosa explica a EL DÍA que desde los 11 años entró a estudiar este instrumento, apoyada por su madre, que le dijo que tomara la flauta como opción para tocar porque era el instrumento más fácil y cómodo de llevar cuando le tocara asistir a un concierto.
Tiempo en la música
Hoy, con 28 años en la música, Alaima dice que su madre tuvo razón, por lo que le agradece haberla llevado de la mano a conocer las bondades que encierra en su sonido la maravillosa flauta.
Sus pasos para llegar a ser grande en la música fueron gigantes, hoy ella es la primera Flauta de la Orquesta Sinfónica Nacional que dirige José Antonio Molina, además de ser una de las experimentadas profesoras del Conservatorio Nacional de Música, donde imparte a otros jóvenes sus conocimientos de flauta.
Ella está feliz, y con mucho orgullo dice que nunca en su vida ha hecho otra cosa que no sea tocar, lo que le ha dado para vivir tranquilamente tanto a ella como a su familia.
Lo primero que ve al levantarse es su instrumento, el que guarda en un rincón de su cuarto por ser este parte de su vida.
El concierto
Luego de finalizar la Temporada Sinfónica 2013 con “Navidad Sinfónica”, en el Teatro Nacional, Alaima aprovecha para anunciar que para mañana está pautado este mismo concierto en la Basílica de Higüey, donde se repetirá parte de lo que ya hizo esa noche, en donde su flauta se dejó sentir a todo pulmón.
El repertorio de mañana inicia con “Dúo brillante de la opera Guillermo Tell”, de Rossini, luego sigue Handel, “The Arrival of The Queen of Sheba” de G. F, entre otras piezas de Mozart que según explica no se pueden quedar en ningún concierto.
Alaima hará dúo con Dejan Kulenovic, quienes juntos se imponen con la flauta cuando suben al escenario. “Blanca Navidad” y “Granada” serán cantadas en la voz siempre fresca de Niní Cáffaro.
La artista está feliz de impartir clase y luego ver a sus alumnos triunfar y poder sacar una carrera universitaria gracias a la música.
ostiene que el país ha avanzado musicalmente y que lo que se necesita es que la gente pueda tener acceso a esos conciertos sinfónicos. “Hace falta que estos conciertos clásicos se abran más a todo tipo de público”.