Al modificar la Constitución

Al modificar la Constitución

Al modificar la Constitución

Ahora que se busca modificar la Constitución de la República para viabilizar la reelección presidencial, me parece que los promotores de la reforma no debieran limitarse únicamente a conseguir y consagrar licencia a ese respecto.

Muy útil sería su labor si efectuaran, previamente, una revisión de cierto alcance del articulado de la Carta Magna, con el propósito de identificar eventuales flojeras que ameriten corrección para reforzar las defensas y las esencias de la nacionalidad dominicana.

Dicen que “quien busca encuentra”. En efecto, nuestra escritura constitutiva que, aunque es obra de hombres muy preparados y mejor inspirados, es seguro que contiene imperfecciones para cuyo hallazgo solo faltaría sabiduría y búsqueda.

Pero como todo en la Viña del Señor, las reglas siempre serán perfectibles. Mas, una vez detectado, el error ha de ser subsanado.

Por eso, ya que se busca modificar la Constitución, conviene una revisión menos restringida para identificar yerros y proyectar enmiendas.

Por ejemplo, el artículo 19 dice que los extranjeros naturalizados dominicanos no estarán obligados a tomar las armas contra su país de origen.

Eso luce comprensivo, pero es extremadamente candoroso, pues, ¿contra quién tomará las armas el haitiano naturalizado dominicano en caso de conflicto armado entre la RD y su país de origen?, ¿creyó nuestro constituyente que tan especial naturalizado se cruzará de brazos ante semejante disyuntiva?
Los dominicanos no queremos guerra contra nadie, pero tampoco debemos mostrarnos tan ingenuos frente a los sabiondos que todos los días maquinan en contra nuestra y que presumen de tener más luces que el Sol.

Por su parte, el numeral 5 del Artículo 75 consagra como deber fundamental de las personas que vivan o permanezcan aquí: “abstenerse de realizar todo acto perjudicial a la estabilidad, independencia o soberanía de la República Dominicana”.

Eso también es bien razonable, pero no pasa de ser palabra hueca puesto que en RD se dan cita, permanentemente, propios y extraños, confabulados en una descarada práctica que pretende poner en duda la independencia y la soberanía del país, tanto aquí como fuera de aquí. Ese numeral, pues, debiera reforzarse convenientemente.

De igual modo, lo referente al “referendo” debiera ser más explícito para hacerlo asequible a todos los ciudadanos dominicanos.

Son solo tres botones de muestra. Pero si buscáramos, encontraríamos muchas debilidades a ser corregidas mediante clarificación, modificación o supresión.

políticas en un mejor entorno.

¿Qué puede uno pensar de todo esto? De este circo montado alrededor de Bautista, siendo el actor principal, conocedor de tantos asuntos turbios y ejecutor de otros tantos más junto a Leonel Fernández, que ha resultado peor presidente que el mismo Hipólito Mejía, quien también tiene mucho que explicar y sus súbditos de aquel momento.

El partido de gobierno PLD tiene años de control y compra de la justicia dominicana y los demás poderes del Estado. No hay equidad, no contamos como país con una verdadera oposición ciudadana o partidista que le haga frente a este tipo de violación estatal. Y todo continúa igual…..
Por cierto, el presidente Medina guarda un silencio espantoso frente a este caso en el que una vez más la impunidad ha dicho presente en primera fila dirigida por sus mismos compañeros partidistas.
¡Vergüenza!



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