Gran parte de los comercios y el transporte de la ciudad de San Francisco de Macorís cerraron sus puertas durante los tres días de paro que dejaron como resultado un muerto.
SANTO DOMINGO. – Gran parte de los comercios y el transporte de la ciudad dominicana de San Francisco de Macorís cerraron sus puertas el jueves para exigir el esclarecimiento de la muerte de un activista que habría recibido un disparo de la policía durante una protesta.
La muerte de Vladimir Lantigua «ha sido terrible para todo aquel que lo conocía y para el pueblo», dijo por teléfono a The Associated Press Raúl Monegro, dirigente del Frente Amplio de Lucha Popular.
«Fue un asesinato, fue un crimen», insistió. Lantigua, de 24 años y miembro de esa agrupación, murió el 1 de agosto de un balazo en un ojo cuando participaba en una protesta para exigir obras de infraestructura y condena a un exalcalde acusado de malversación de fondos.
Según Monegro y grupos populares, el autor del disparo fue uno de los policías que habían sido desplegados para mantener el orden durante la protesta.
Pero el vocero de la policía Nelson Rosario descartó que alguno de los miembros de esa fuerza hubiese provocado la muerte de Lantigua y aseguró que según un informe preliminar se trató de un disparo a corta distancia, mientras que los agentes se encontraban retirados del lugar del incidente, y que «se ha establecido que se trató de un arma de fabricación casera».
«No es posible que el fiscal diga que el arma fue una escopeta y 30 minutos más tarde el vocero de la policía dé otra versión», dijo en conferencia de prensa en Santo Domingo Yimi Zapata, dirigente de la federación de estudiantes de la universidad pública más grande del país.
Además de participar como activista del Frente Amplio, Lantigua trabajaba como chofer de la universidad en el campus de San Francisco de Macorís, 150 kilómetros al norte de la capital, donde también estudiaba Ciencias Sociales.
Durante su sepelio, al que acudieron la víspera cientos de personas, dos policías y un civil resultaron heridos en una confusa trifulca.
Para evitar nuevos incidentes la policía y el ejército patrullaban el jueves el centro de la ciudad. La televisión local mostró imágenes de soldados y policías antimotines en las esquinas y sobrevuelos de helicópteros militares.
En Santo Domingo la policía lanzó bombas lacrimógenas y balas de goma a presuntos estudiantes encapuchados que tiraban piedras y otros objetos desde el interior de la universidad pública. La universidad canceló todas sus actividades académicas en Santo Domingo y la asociación de estudiantes y los gremios de profesores demandaron una investigación.