Aferrado a la libertad como único escudo

Aferrado a la libertad como único escudo

Aferrado a la libertad como único escudo

Rafael Ramírez Ferreira

Porque… “El valor se encuentra a medio camino

Entre la temeridad y la cobardía”

Mis vocaciones en la vida siempre

Fueron ser pianista de una casa de putas,

O ser político. Y para decir la verdad,

No existe gran diferencia entre las dos.

Harry S. Truman.-

         Acuérdense  de Abril y no precisamente de la canción. Recuerden Abril y si eres joven no te dejes confundir. Han escrito de una y mil maneras el acontecimiento del 1965 y una inmensa mayoría lo ha hecho a su manera y conveniencia e incluso, muchos lo han hecho poniendo sus resentimientos por encima de los reales y verdaderos sentimientos que provocaron el referido acontecimiento.

Muchos de estos pedantes, anclados en sus miseriosos pasados, dirán que esto es un exabrupto y quizás, como lo único que existe para ellos es su verdad, podrían hasta catalogar este decir o esta declaración de impotencia, como una grosería. Y, ni lo uno ni lo otro. Los acontecimientos del famoso, doloroso y traumático Abril del 65, fueron causados, provocados, incitados y aprovechados, por los mismos de siempre, por los causantes de todas nuestras desgracias nacionales, tanto civiles como militares, estosson…¡Los políticos!

Me aferro, sin ningún tipo de cortapisas o prudencia, a la libertad que hoy disfrutamos para exponer lo que pienso, creo y se. Porque de que se lo que digo, lo sé. Y esas verdades podrán ocultarse bajo cualquier tipo de sutileza engañosa pero, al transcurrir los tiempos, brotan como la luz, aunque no lleguemos a verla. Porque, al decir de Manuel Machado, sobre los poemas que lee el pueblo y en este caso específico la verdad, “Hasta que el pueblo las canta, /las coplas, coplas no son, /y cuando las canta el pueblo, /ya nadie sabe el autor”.

Idéntico sucede con la verdad y el comportamiento de los políticos. Mientras el pueblo permanece impasible ante sus indelicadezas, sus actos indelicados, no los son. Pero, una vez y ante tantos y variados desafectos de estos mediocres, el pueblo comienza a requerir un alto y un cambio de rumbo político, entonces, la iniciativa pertenece al pueblo y es cuando les conviene a estos señores negociantes de la política, no olvidarse de Abril.

Y el mayor error seria olvidarse de que este pueblo, olvidadizo y pendejo, explota como un depósito de gas cuando menos se espera. Por su parte, Julio Verne escribió; “todo lo que uno puede imaginar un día será realidad. Pero, en ocasiones, la realidad es tan increíble que compite con la ficción” y este pueblo esta imaginando, esta ahíto de los desvaríos de los políticos y ese imaginar cosas, podrían hacerse una dolorosa realidad para estos indolentes enganchados al negocio de la política.

Quizás solo seamos un perfecto analfabeto integral pero… ¡podemos pensar! Y eso nos permite saber que el origen de nuestras desgracias, radica en nuestra sumisión ante la corruptela; el clientelismo; el blindaje e impunidad que han promovido y promueven los políticos, los cuales no se pisan la cola, aun sean sorprendidos infraganti, hasta contrabandeando seres humanos como si fuesen viles esclavos y “archivando” lo que a ellos les conviene, ha convenido y le convendrá “per seculaseculorum”.

Ahora, argumentan que el dinero no les va a dar para regalar canastas en navidad, pretendiendo justificar que ese dinero, por estar contemplado dentro de su presupuesto, el mismo presupuesto que ellos elaboran y aprueban, por el simple hecho de estar en el presupuesto lo hace legal y es verdad que lo hace legal pero, nunca, jamás, será ético y moral.

Argumentan con premisas falsas cual si fuese una arma intimidatoria y aún tienen el tupe de decir que esa cantidad es poca, como si ellos fueran elegidos para repartir canastas y demás instrumentos que utilizan para hacer su clientelismo vergonzoso cada día más humillante y abusivo. Por eso deberían recordar con presteza Abril y recordar a Napoleón cuando expreso que en el mundo hay dos potencias, la espada y el espíritu y a la larga, la espada siempre es vencida por el espíritu. Recuérdense de Abril. ¡Si señor!



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