Aunque geográficamente Rusia y Ucrania están muy distantes de esta parte del mundo, no hay duda que el grave conflicto entre ambos países, producto de la invasión rusa a las provincias de Dontsk y Lugansk, podrían repercutir sobre las futuras actividades deportivas en muchos países.

Es una situación que no se esperaba, porque se pensaba que la diplomacia iba a jugar un rol decisivo para la solución de este conflicto que se viene arrastrando desde 2014 con la invasión rusa a la península de Crimea.

Si los Estados Unidos se envuelven en una escala militar, cosa que no se descarta, dado el compromiso que han asumido para defender a Ucrania, al igual que los países que conforman la Organización del Tratado del Atlántico Norte, no cabe la mínima posibilidad que esto no tenga una relación con los deportes.

Ayer el primer ministro británico Boris Jhonson, realizó un pedido oficial a nombre de Inglaterra, para que se desistiera de celebrar en Moscú las finales de la histórica Liga de Campeones.

Ese podría ser el primer evento afectado, pero no hay duda que podrían venir muchos otros si la crisis se continúa agravando, como vaticinan la mayoría de los observadores, lo que sería una desgracia para muchos eventos deportivos internacionales.

RADARES._ Los dimes y diretes, al parecer, se han calmado en el seno del Comité Olímpico Dominicano, por lo menos en los medios de comunicación, aunque una fuente bien enterada me informó que la sangre está al tris de derramarse profusamente.