Adicción al amor (2)

Un pensamiento del adicto al amor es que si le dejan no vivirá sin esa persona, dejaría todo por ella, tiene una necesidad enfermiza y se hace esclavo de esa relación.

Existen dos tipos de adictos al amor.

Los activos dependientes son los que supervigilan las redes sociales y todo relacionado con el ser amado, celan exageradamente, pueden desarrollar tanta ira y cometer actos violentos, incluso convertirse en obsesivos.

Los pasivos dependientes generalmente son sumisos, dóciles, obedecen, quieren ser agradables para evitar ser abandonados.

Ambos pueden ser peligrosos en momentos de desesperación, pues el apegado o adicto invierte toda su energía en el otro y se coloca en un plano de devoción.

Cuando no capta la correspondencia del ser amado, se frustra, se siente castrado, desgastado, frágil, con poca ilusión, lo que le genera mucho estrés y lo puede llevar a depresión o a tomar medidas violentas con él mismo o con el ser amado.

En esta situación la persona está tan inmersa en lo que siente, que no tiene en cuenta los sentimientos del otro.
En esta situación intervienen factores como la educación recibida, los valores inculcados, las carencias afectivas, las deficiencias emocionales, las costumbres sociales, el ejemplo de la familia y su apoyo, entre otros.

Revísese usted primero, como está su seguridad y madurez emocional, como maneja la frustración y la no consecución de sus objetivos.

En ocasiones no amamos tanto al otro solo es amor propio, ego.
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