SANTO DOMINGO.-Las acusaciones, señalamientos y descalificaciones entre los actores del sistema político dominicano se han incrementado en las últimas semanas, tomando cada vez más la forma que caracteriza un periodo preelectoral en el país a pesar de la pandemia del Covid-19.
Los partidos políticos, sus candidatos y sus asociados mueven sus fichas acusatorias para calar en el gusto popular y en algunos casos da resultado.
“En este momento ya ni se que pensar porque hemos visto lo que son capaces de hacer en pocos días”, dijo una ciudadana consultada de manera aleatoria refiriéndose a la recién iniciada gestión de los alcaldes del principal partido opositor, el Revolucionario Moderno (PRM).
Y es que precisamente ha sido el PRM el más golpeado en los últimos días con señalamientos indirectos lanzados por funcionarios del gobierno central, potencializaciones de errores cometidos por algunos alcaldes y la acusación directa formulada por el alcalde de Santiago Abel Martínez en contra de la administración del Distrito Municipal de Santiago Oeste.
Un caso anterior fue la vinculación del coronel de la Policía Nacional, Ramón Antonio Guzmán Peralta quien está asignado al cuerpo de seguridad del candidato presidencial Luis Abinader con la “supuesta” trama de fraude en las elecciones municipales de febrero y que terminó con la suspensión de las mismas.
El historiador Juan de la Cruz afirmó que estas prácticas por lo general han logrado su cometido en el pasado.
Citó como ejemplo la propaganda anticomunista dirigida contra el profesor Juan Bosch en 1962 y la siguiente embestida que recibió en 1990 cuando se le acusó de ateo.
“En el caso de 1962, aunque Bosch ganó las elecciones sentó un precedente que más tarde desencadenó en el golpe de Estado y, en 1990, su porcentaje se vio reducido significativamente, debido a la tergiversación de una de sus declaraciones”, dijo Cruz.
“Tenemos el caso de José Francisco Peña Gómez en 1996, señalado como haitiano y practicante del vudú”, recordó el catedrático universitario.
Pero no solo el PRM ha tenido que enfrentar ataques, el oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD), ha tenido que lidiar desde el año pasado con situaciones acusatorias que le han perjudicado.
La opinión popular se volcó en su contra luego de las suspensiones de febrero. Algunos de los dirigentes del partido de gobierno llegaron a atribuir el desempe;o no acostumbrado del PLD en las elecciones municipales precisamente a esta condición.
La gestión sanitaria ante la pandemia del COvid-19, la administración de los vertederos en el país tema sacado a flote a raíz del incendio de Duquesa que según las autoridades fue provocado, el uso de los recursos en medio del Estado de Emergencia son solo algunos de los puntos que le han generado comprometedoras críticas al gobierno actual.
Hasta ahora, el sector menos afectado con las descalificaciones ha sido el encabezado por el expresidente de la República, Leonel Fernández; el Partido Reformista Social Cristiano y la Fuerza del Pueblo junto a otros partidos.
En parte, porque su posición en las encuestas aún le mantiene en un tercer lugar e insertarlo en los debates sería darle preponderancia. Además, en caso de quedar en tercer lugar en las elecciones, su apoyo a una u otra causa podría marcar la diferencia.
Respondiendo a los ataques
El estratega político José Rafael Mata dijo que a las campañas negativas no se reacciona; se responde o se persuaden de manera efectiva y con una estrategia comunicacional. Siempre cuidando los puntos positivos del candidato, cuidando su imagen pero sobre todo respondiendo con sus fortalezas.
“Para contrarrestar las campañas negativas lo mejor es responder con una positiva. Nunca devolver el ataque porque se entra en el terreno del contrincante. Siempre el que está abajo golpea al que está arriba. Sacarlo de su terreno da ventaja para poder debatir en el terreno de otro”, señaló Mata.