Actúan como piensan, y eso lo trastruecan aún
Más, haciendo lo contrario a lo que dicen
Porque… “Todo mal está justificado desde el momento
En que un dios se complace en mirarlo”
El instinto de resistir la opresión
Es innato de la naturaleza del hombre.
C. Tácito.-
La realidad es que existen temas espinosos que al tratarlos dejan mal sabor y desagradable síntoma en el ánimo. Eso nos pasa con este asunto. Y es así, tanto por el tema como a quien hay que responderle y más, si es un amigo, por demás admirado por sus indiscutibles cualidades morales y profesionales.
Pero sería poco serio permanecer callado cuando consideramos que al amigo no le dijeron toda la verdad. Porque le jugaron con medias mentiras y medias verdades, esto es, le presentaron un argumento lleno de premisas falsas y premisas medio ciertas, lo cual lo llevo a conclusiones erróneas.
Por eso sostengo radicalmente, que es incierto que un general activo o en retiro, ni ahora ni nunca haya tenido cien militares o policías para su seguridad, posiblemente se confundieron con algún político. Esa es la parte falsa y tiene que ser así, porque a la hora de buscar periquitos o desviar la atención sobre temas coyunturales que acosan la sociedad, los más pendejos y llamativos sobre quienes recae la atracción, es sobre los mudos militares y policías. Creo que está demás decir que son mudos por disposición expresa de los políticos.
Se convierten en los chivos expiatorios por excelencia de nuestros dirigentes, que como amos y señores que hacen y deshacen a su antojo de todo y con todo, son los mismos que para limpiarse no encuentran mejor papel sanitario que la hoja de servicio de los militares y policías.
Algunos de ellos, son tan abusivos, prepotentes e indelicados, que desde su fuero interno les sale, sin poder ocultarlo, su desprecio hacia el estamento militar y policial, quizás por celos o envidia, al saber que en esas instituciones existen muchos más hombres de valor moral y ético que dentro de toda su camarilla. Existen otros, que dentro de su endiosamiento, ponen en retiro a personal militar simplemente por capricho, altanería y abuso, tal como sucedió en el último retiro. ¡No j….!
En cuanto al límite para los militares y policías, tanto activos como en retiro, está claramente establecido ese tema, no así para los políticos activos o en retiro… ¿Se retiran?
Porque esta clase dominante, que mora dentro de una plutocracia que hiede, vive fluctuando, como los indecisos, entre los problemas nacionales, dándole vueltas y vueltas hasta hacer un berenjenal que nadie comprende, mientras prosiguen entre parloteo y parloteo sin presentar solución alguna a los problemas importantes que mantienen jodida esta sociedad, constituyendo lo peor del caso, que la mayoría de estos acuciantes problemas han sido provocados por ellos mismos.
Y es verdad que hay mucho personal militar y policial fuera de sus áreas naturales, bastaría cuestionar el por qué hasta hace pocos meses, el desacreditado Cuerpo de Ayudantes, que solo está para proteger al Señor Presidente y al vice-Presidente, tenía más personal que cualquiera de las ostentosamente llamadas brigadas de infantería. Lo peor es la cantidad que esta fuera cuidando bancos que pueden pagar y pagan su propia seguridad y que año tras año reportan miles de millones en ganancias. Entonces, ¿qué hacen esos militares allí?
La cantidad mayor no la tienen ni los ex- ni los activos, no señor, la tienen los políticos y funcionarios que se adueñan del personal militar asignado para seguridad en esas instituciones que, por demás, tampoco debían realizar esas funciones, porque para eso cada institución debe y tiene que tener su presupuesto, aun sea para justificar lo que le dan a los “compañeritos”.
Peor aún, hay políticos que no han sido nada y tienen un pequeño destacamento hasta comandado por generales. Por ahí podemos continuar y decir verdades desgarradoras donde instituciones civiles y hasta privadas tienen más personal militar, incluyendo generales, que muchas unidades militares o policiales. Esto, sin hablar de los que se encuentran en bancas, ayuntamientos, estaciones de combustibles, almacenes privados y todos, de una u otra manera, son o pertenecen a políticos.
Pero según estos mismos políticos, los malos, son los pendejos militares y policías, otra vez… ¡No j….s! Por cosas como esta, es que definitivamente considero, que esta democracia, de la cual se jactan y regodean nuestros dirigentes políticos, no es más que una ilusión hipócrita.
¡Si señor!
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