México.- Adriana conoció el cáncer cuando tenía 14 años y le diagnosticaron rabdomiosarcoma, un tumor que amenazaba con quitarle la vida. Pero tras año y medio de tratamiento no solo logró sobrevivir, sino que ahora, 34 años después, ayuda a otros enfermos a enfrentar esta enfermedad que, asegura, no es sinónimo de muerte.
“Cuando te dicen la palabra cáncer piensas que te vas a morir, pero para mí el cáncer fue un regalo de vida, me enseñó a verla de manera diferente ”, dice a Efe la ahora psicooncóloga.
Quienes han padecido algún tipo de cáncer y han logrado sobrevivir más de cinco años, aseguran que los estragos que deja la enfermedad van desde la falta de autoestima hasta dificultades económicas, pero la única manera de salir adelante es la actitud.
Adriana Blázquez cuenta que los doctores le aseguraron que no sobreviviría pero ella decidió no rendirse y cuando superó el cáncer, le auguraron que no podría tener hijos.
“Ahora hasta tengo una nieta”, dice. Pero, insiste, no hubiera sido posible de no haber tenido una actitud positiva ante la enfermedad. “La actitud es importante, yo les digo a mis pacientes, sonríanle al cáncer, es una enfermedad fuerte que sí conlleva mucho dolor y a veces sufrimiento, pero también te enseña a valorar”, apunta.
Ximena Felipe Ortega tuvo cáncer de mama hace siete años. Ella concuerda con Adriana en ver que la enfermedad es una oportunidad de vida y el único camino para superar el cáncer, sin embargo, acepta que sobrevivir a este padecimiento es complicado.
“Muchas veces tenemos miedo, susto porque nos enfermamos, nos sentimos cansados, pero hay que salir rápido de esto y volver a la vida normal”, explicó.
Ximena rememora que, en un principio, su mayor reto fue recuperar su autoestima. “Cuando me hicieron la reconstrucción, sabes que no vas a volver a ser la persona que eras, pero no te debes centrar en eso. El cáncer nos deja muchas cicatrices, heridas, pero son heridas de guerra”, asegura.
Felipe Ortega, quien es química bióloga clínica y profesora en la Universidad de Sonora, explica que aunque su cáncer fue detectado en etapa inicial, fue con médicos poco entrenados y recibió tratamiento “inadecuado”, lo que la llevó a que rápidamente la enfermedad avanzara a etapa tres.
“Aprendí a que tenemos que actuar rápido. Los pacientes de cáncer tenemos que estar pendientes de que algo puede suceder, pero estar sin miedo”, advierte.
Blázquez asegura que uno de los problemas a los que más se enfrentan los supervivientes de cáncer es la falta de información sobre ayuda emocional.
“Las emociones nadie las trata. Casi ningún hospital tiene piscooncólogos y hay cosas emocionales en las que nadie te puede ayudar”, lamenta.
Del mismo modo, asegura que a los pacientes con cáncer y a quienes lo superan “les falta ser escuchados, que les expliquen de una forma normal, no en términos médicos, que alguien se acerque, sí es una enfermedad difícil, pero no siempre conlleva a la muerte».
Sobrevivir al cáncer, coincidieron ambas, es un camino complicado, sin embargo, en el caso de Ximena Felipe, la tanatología resultó una gran aliada.
“Acudí con un tanatólogo y me sirvió mucho. Cuando te dicen cáncer piensas que te vas a morir, no puedes hacer nada porque el miedo te paraliza, necesitas el apoyo de tus familiares, pero el tanatólogo te ayuda a que te focalices”, admite.
Blázquez reitera que el cáncer cambia la vida, pero lo más importante es ver todo de forma positiva. “Seguimos con vida, es importante la actitud y ver la enfermedad de forma positiva”, concluye.