Santo Domingo.-El acoso sexual en el transporte público es el «pan nuestro de cada día» para muchas mujeres en República Dominicana que no cuentan con vehículos propios para ir a sus centros de estudios o trabajos .
El acoso sexual contra las mujeres jóvenes y mayores se da tanto en autobuses, el metro y carros públicos, de acuerdo con diferentes entrevista realizadas a féminas.
La sexóloga Liliam Fondeur define el acoso sexual en el transporte público como un tipo de violencia que se produce en el espacio público, un comportamiento verbal, psicológico no deseado, o físico con el propósito de atentar contra la dignidad o crear un entorno intimidatorio, hostil, humillante u ofensivo.
Según explica la doctora Fondeur, en la cultura dominicana no es fácil reconocer los acosos, ya que estos no llevan una conducta concreta, es una trama de relaciones donde existe un desequilibrio de poder entre acosador y víctima.
Diversas formas de acosar
El acoso puede ser de índole muy variada, como piropos, proposiciones, chistes con contenido sexual, bromas, exhibición de carteles o fotografías con contenido de discriminación sexual o de género, pasando a comportamientos físicos o roces indeseados, pellizcos lascivos y acorralamiento, que pueden suponer maltrato para la mujer, hasta llegar al asalto o la agresión sexual.
No hay estadísticas
Aunque en en el país no existen cifras oficiales en el tema del acoso sexual en el transporte público, no es ajeno esta problemática, que para muchas es una pesadilla que está incluida en su diario vivir.
Atentado
El acoso sexual en el transporte, según Fondeur, es un atentado contra la dignidad, el bienestar, la salud física y psicología, el rendimiento y la libertad de las mujeres, que además tiende a sentirse culpable y menospreciarse.
Efectos de l acoso
Algunos de los graves efectos que deja ser víctima del acoso, según plantea, son: estrés emocional, humillación, ira, impotencia, fatiga, ansiedad, irritabilidad, cansancio, insomnio, depresión.
