Me he acordado mucho de ti

Como seres humanos que somos, es imposible tener un corazón y no perdonar a las personas que nos injurian y lastiman. Hay una historia que quiero contarles. Un rico escocés había prestado en vida mucho dinero a varias personas.

Siendo que era muy considerado, trataba con cariño a sus deudores y cuando se daba cuenta de que era imposible que le pagaran, ponía debajo de la cuenta su firma junto con la  palabra: “Perdonado”.

Después de su muerte, su esposa se dio cuenta que era mucho el dinero que amparaban las notas perdonadas y se dio a la tarea de cobrarlas.

Tuvo que entablar juicios legales, hasta que el juez, al examinar uno de estos casos, le preguntó:
Señora, ¿es esta la firma de su esposo?
Sí –contestó ella–, de eso no hay duda.

Entonces –dijo el Juez- no hay nada que obligue a estas gentes a pagar cuando el mismo esposo de usted ha escrito la palabra “Perdonado”.

Con este ejemplo, la palabra perdón deber   tener un significado profundo en tu vida. Tienes que saber perdonar a las personas que han herido muchas veces tu corazón.

Escribes con tinta de amor la palabra perdona en los corazones de tus amigos, hermanos, hijos, padres, en fin, a toda la gente que te rodea, que son muchas.

Dice la Biblia en Colosenses 3:13: “soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”.

Después de  leer esta reflexión, habrá alguna persona que está  cerca de ti que necesita  de tu perdón, llámalo, dile: “Me he acordado mucho de ti, te perdono”.