Aciertos

La fortaleza o popularidad de cualquier gobierno no depende sólo del jefe del Estado, aunque sea él quien escoge y designa a quienes suman a su éxito o “des-ayudan”. Al presidente Abinader le ha tocado una suerte muy heterogénea en cuanto al desempeño de sus colaboradores.
Cualquiera, para nombrar por decreto a tanta gente en posiciones de responsabilidad, pifia o se guaya en algún grado, pues acertar un 100 % creo que es humanamente imposible. Sin embargo, hay dos integrantes del Gobierno cuyos aportes son parte importante del alto nivel de popularidad de Luis.
Me refiero a la vicepresidente Raquel Peña, la mayor sorpresa como funcionaria salida de la vida privada, como académica y empresaria; y al veterano Héctor Valdez Albizu, roca de estabilidad cuya experiencia y prudencia como gobernador del Banco Central han merecido reconocimientos internacionales.
Ambos poseen dos atributos en común: compromiso total con su misión y absoluta confiabilidad, que son indispensables para la estabilidad.
El país es afortunado de tenerlos en estos tiempos de tanta incertidumbre, presiones foráneas y mudanza de paradigmas en el comercio, las inversiones y la política internacionales.
En don Héctor vemos al epónimo del crecimiento de las últimas décadas.
En doña Raquel la más fresca y exitosa figura nueva del elenco del PRM, donde otros jóvenes llevan décadas siéndolo en busca de madurez.
Distintos a otros igualmente excelentes, pero tan o más enfocados en promover sus propias carreras políticas que en sus funciones, este magnífico técnico y esta excelente vicepresidente sin dudas han sumado mucho al éxito de Abinader sin “des-ayudar”, algo excepcionalmente raro.
Etiquetas
Artículos Relacionados