Acercar la ciudadanía y la política

Acercar la ciudadanía y la política

Acercar la ciudadanía  y la política

En casi todas las sociedades democráticas, en los últimos años se ha extendido la percepción de que entre las expectativas e intereses de la ciudadanía y la actividad y preocupaciones de quienes nos dedicamos a la actividad política de modo profesional existe una brecha, una separación.

Es una insatisfacción que expresan personas de distintos estamentos. Es una queja justificada porque con el incremento de los medios y capacidades sociales de intercambiar información, puntos de vista e intereses las formas tradicionales de operar de los partidos y movimientos políticos han sido desbordadas.

Además, las sociedades se han complejizado: hoy existen reclamos de derechos y reivindicaciones de reconocimiento de identidades sociales que, especialmente en la sociedad dominicana, hace unas pocas décadas eran imprevisibles.

Pensando en que las transiciones hacia nuevas formas de actuación social y política son transformaciones lentas y complejas y en que estamos a menos de 20 meses de un proceso electoral, se me ocurre que desde los movimientos sociales, activistas, grupos o corrientes de opinión en los medios de comunicación y las redes sociales, debería comenzar a producirse una dinámica de participación e incidencia política para influir en la calidad y los resultados de lo que podría constituirse en un hito clave del desarrollo de nuestro sistema político.

La acción ciudadana independiente puede contribuir mucho a cualificar y elevar el debate público y a enmarcar la acción política dentro de un contexto más exigente y capaz de responder a las necesidades y demandas de los diversos conglomerados de la sociedad.

Un conjunto de actuaciones, de redes de información y de creación de escenarios para el debate civilizado, inducidas por actores independientes sería una gran oportunidad para influir no sólo en la selección de quienes gobernarán, sino en el modo en que tendrán que hacerlo.



Henry Molina

Henry Molina, Santo Domingo, República Dominicana, 24 de agosto de 1967, es licenciado en derecho de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, y Máster en Derecho Constitucional de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Fue Director de la Escuela Nacional de la Judicatura, institución adscrita a la Suprema Corte de Justicia. Este cargo lo ocupó desde el 1998, que obtuvo por concurso de oposición y antecedentes, hasta el 2010. Es integrante del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Actualmente se desempeña como Viceministro de la Presidencia (Ministerio de la Presidencia).

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