Accidentología vial, hoy

Accidentología vial, hoy

Accidentología vial, hoy

¿Es la accidentología una ciencia? El accidente o evento cumple la metodología usual de la llamada investigación de la escena del suceso.

Aunque se habla de la accidentología vial en el mismo nivel del forense, muchas veces es para indicar que esta área de trabajo es la responsabilidad de la Policía científica del sistema de justicia o, por el contrario, de los institutos forenses existentes dentro del Poder Judicial o el Ministerio Público.

La labor de reportar las estadísticas de los accidentes de tránsito la está llevando a cabo el Departamento de Tránsito de la Policía Nacional, donde existen, en el plano que sabemos, los rubros de la educación vial, quizás compartidos con la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet). También en el período navideño, la Semana mayor, la Comisión Nacional de Emergencia (COE), participa de dar cuenta de los accidentes de tránsito, señalando la causa y el lugar donde ocurrió.

En estos casos, las víctimas fatales están relacionadas a personas que fueron embestidas por vehículos en marcha por carreteras, choques entre vehículos del transporte público, muchas incidencias de las motocicletas, que en la mayoría de los casos, los conductores ingieren bebidas alcohólicas.

A veces el común denominador es la alta velocidad, las condiciones de las calles, del vehículo. Son manifestaciones comunes de accidentes: las colisiones, atropellos, estrellamientos y vuelcos. Luego viene la cuestión de los accidentes analizados en perspectiva, si estos se están incrementando, según avanzan los años, para ser eficaces en la prevención de sus causas.

Volviendo al plano de la accidentología, el punto de partida es la observación del lugar del suceso, que además está compelido de un examen pericial del vehículo, de las características del neumático, de las lámparas, o de la parte del vehículo que embistió o recibió la fricción.

En los estudios forenses de accidentes de tránsito se analizan las circunstancias de los principales factores desencadenantes. Eso se considera como la primera etapa; luego se documenta la escena gracias a la fotografía, se lleva a cabo un levantamiento planimétrico, mecánico, se incautan aquellos elementos y partes de interés del vehículo útiles para la investigación.

Luego le siguen la recolección de las huellas de todo tipo (es lo que se conoce como trazas), deformaciones, rastros y vestigios, posiciones finales.

El uso del tacógrafo, un aparato empleado para determinar la mecánica del hecho, sirve para formalizar de manera integral el análisis del accidente.

Muchas son las cuestiones periciales de la accidentología, pero haciendo valer el principio cardinal de que hay que vulgarizar estos conocimientos para que la población esté colocada en una mejor posición para evitar los accidentes de tránsito; existe el reclamo de desarrollar esta disciplina, y en lo adelante ya rige un Acuerdo- marco entre el Ministerio de Salud Pública y la UCSD.

Es importante centralizar la problemática desde un organismo concreto; no puede faltar la formación de recursos humanos, la edición o publicación de estos conocimientos, así como de las estadísticas, necesarias para que el conductor común tome conciencia de cuál es la realidad de los accidentes, para cuando se disponga a tomar carretera, a cruzar los semáforos en altas horas de la noche o ser parte del parque vehicular.



Noticias Relacionadas