Accidentes y publicidad en las carreteras

Accidentes y publicidad en las carreteras

Accidentes y publicidad en las carreteras

El abogado y escritor, Carlos Salcedo. Fuente externa

El que seamos campeones mundiales con más muertes por accidentes de tránsito (65 por cada cien mil habitantes) nos debe seguir preocupando.

Obliga también al Intrant, los ayuntamientos y otros funcionarios a tomar las medidas necesarias para reducir la alta siniestralidad en las carreteras.

Según el Intrant, la principal causa de los accidentes de tránsito en la República Dominicana está asociada al factor humano, en específico a las imprudencias, como el exceso de velocidad y el irrespeto de las normas de tránsito y señalizaciones.

Desconozco en detalles el balance, las causas y las características específicas de los desastres automovilísticos. No sé qué porcentaje de los fallecidos son hombres, mujeres o niños, el grupo de edad con mayor número de fallecidos, en qué tipo de vehículos, si llevaban o no cinturones de seguridad, si los accidentes se produjeron en las calles, carreteras, avenidas o autopistas, si fueron en las vías o fuera de ellas, si fueron colisiones frontales, o por atropellos a peatones o por descuidos de estos.

No sé tampoco si entre los factores que influyen en los accidentes de tráfico se recogen los que provienen del exceso de publicidad en carreteras, avenidas y autopistas.

La distracción de los conductores, incluida la provocada por la enorme cantidad de letreros, vallas, imágenes de todo tipo y propaganda política, debería ser recogida en sus informaciones por el Intrant y, particularmente, por el Observatorio Permanente de Seguridad Vial.

Como órgano asesor del gobierno en materia de política se seguridad vial, puede recomendar la elaboración de una ley de prohibición de publicidad en las carreteras y autopistas que ocasiona distracciones a los conductores, que son también causa de accidentes.

Dicha ley debería prohibir realizar publicidad en cualquier lugar visible desde las calzadas, sobre todo fuera de los tramos urbanos y, en general, cualquier anuncio que pueda captar la atención de los conductores que circulan por la misma.

Igualmente, deberían prohibirse los rótulos y carteles, inscripciones, formas y logotipos, cualquiera que sea su tipo, dimensión o elemento que los soporten.

Sin perjuicio de carteles informativos de interés cultural, turístico, poblaciones, urbanizaciones y centros importantes de atracción con acceso directo e inmediato desde la carretera.

También sin menoscabo de carteles referidos a obras en las carreteras y rótulos de establecimientos comerciales o industriales indicativos de su actividad ni de combustibles. El reto es de todos, autoridades y ciudadanos.