Tomarse de las sociedades médicas de la mano ante cualquier situación científica de alcance nacional, escucharlas, consensuar con ellas, es una posición inteligente para cualquier gobierno, habida cuenta que éstas aportan la validación científica de los temas en salud.
Tenerlas al lado y darles participación ha de ser una estrategia de comunicación permanente que quitará de encima muchas críticas, a veces injustificadas, con relación a las decisiones oficiales en la salud pública.
Siempre he notado que ha habido un divorcio entre la agenda gubernamental de salud y las sociedades médicas.
He visto que las sucesivas gestiones en el Ministerio de Salud y Presidencia de la República han puesto de lado a las sociedades médicas en la validación de ciertos temas, como sucede ahora con el covid-19 y como ha sucedido con el dengue, la malaria, chikungunya y otras enfermedades.
He visto a Presidentes y ministros de salud discutir y tomar sus decisiones sin consultar o consensuar con esas organizaciones científicas y sin tomar en cuenta sus opiniones planteadas en el escenario público.
Sin embargo, parece que algo está cambiando. El presidente Luis Abinader anunció una tercera dosis de vacunación en coronavirus, quizás reafirmando su decisión tras varios días bajo fuego, con opiniones a favor y en contra de esa decisión.
El mandatario informó que el Gabinete de Salud sostuvo reuniones con los presidentes de las sociedades médicas. Representantes de esas entidades estaban presentes en la rueda de prensa en la que anunció la tercera dosis y, de hecho dio la palabra a la presidenta de una de las sociedades más importantes, que es neumología, habida cuenta que el covid-19 es una enfermedad esencialmente respiratoria.
El mandatario las tomó en cuenta y firmó con ellas un documento consensuado para apuntalar lo que anunció ese día.
Hubo casos de organizaciones que habían tenido críticas envolventes que desistieron de sus posiciones y la variaron para apoyar la decisión que tomó el Gabinete de Salud.
Repito: es normal que se tomen decisiones en salud desde el pedestal del poder, sin consultar a nadie.
Ahora, parece, la tarima tendrá otros actores en esas decisiones. Abinader tocó las puertas de las sociedades del tema, Neumología, Infectología y de Médicos Salubristas.
Es una apreciación de quien escribe. Chao.