SANTO DOMINGO,- Que no todos los políticos son iguales y que se va en el 2028 fue la tónica política de la participación del presidente y candidato a la reelección del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader, al participar de La Propuesta de los Candidatos, programa que organiza el Grupo de Comunicaciones Corripio.
Se atrevió a más: “A mí no se me puede hablar de eso”, dijo, enfatizando que no existe fuerza humana capaz de convencerlo de modificar la Constitución para procurar un tercer período de gobierno.
Sí quiere modificar la carta magna, pero para ponerle trabas a una eventual modificación con esos fines en un futuro, así como procurar institucionalizar el Ministerio Público como independiente.
Desde su óptica, la permanencia en el escenario atrasa la democracia.
Logros en crisis
En todo el encuentro, Abinader repitió lo que consideró esencial, comparó lo logrado con el pasado, reconoció fallas he hizo promesas futuras.
“La población dominicana es inteligente y sabe evaluar el trabajo que hemos realizado y las oportunidades del futuro que tenemos”. Refirió que a su llegada al poder el país atravesaba la crisis provocada por la pandemia y que desde allí, empezó a trabajar cada minuto (salvo las horas del sueño) en favor de todos.
Luego de la crisis sanitaria, se enfocó en recuperar el sector turismo, aumentó las ayudas sociales para mitigar los efectos adversos y en los últimos años, han sido mejorados todos los indicadores.
Argumentó que si todo el avance citado se logró en tiempos difíciles, el porvenir será promisorio.
Ataques a la oposición
Para Abinader, fue una falla de las anteriores gestiones omitir implementar el pacto fiscal, descuidaron la compra de medidores de electricidad, y debido a los bajos salarios, sus convocatorias para captar nuevos policías quedaban por debajo de lo esperado.
La oposición mientras fue gobierno, manejó cifras más altas de homicidios, de quejas en contra del accionar policial y reportó menos incautaciones por narcotráfico además de que tampoco procesó a los vinculados con el narcotráfico que tenían niveles de influencia en el Estado. Cada una de estas críticas, fue acompañada por lo logrado en su gestión.
De la reforma fiscal, dijo que una primera etapa, ya había sido iniciada con la eficientización del gasto público pero que igual, se necesitan más recursos para ser destinados a la atención primaria, la seguridad ciudadana, las infraestructuras y la sostenibilidad de la deuda.
Defendió de su gestión que no se produzcan apagones económicos sino por averías y que han logrado cubrir la demanda energética en un 98 %. Entre las fallas reconocidas, se encuentran las deficiencias de las empresas distribuidoras de electricidad y se mostró optimista de corregirlas en un futuro.
Defensa
Un dato de interés, fue el elogio de algunas de las ejecutorias del expresidente Joaquín Balaguer en manejo de drenaje pluvial. Lo llegó a citar en más de una ocasión, como si estuviera pagando la deuda a la que parecen arribar todos los que pactan con el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).
También citó positivamente a su compañero de partido y expresidente de la República, Hipólito Mejía, pero fue duro cuestionando con altura, los períodos de gobierno del PLD. Se negó a continuar con un programa de regularización de inmigrantes implementado por Danilo Medina, diciendo que si se le abre aunque sea un poco la posibilidad de regularizarse en el país, “Haití entero se nos mete aquí”.
En relación con la extracción de agregados de los ríos, dijo que a su llegada al poder el Ministerio de Medio Ambiente estaba desarticulado, lo que los ha llevado a suspender los permisos de extracción y estimular la minería seca.
Designación consejo Haití es primer paso
Migración. Los recientes movimientos institucionales logrados en Haití, le hacen pensar a Abinader que son un primer paso para controlar el territorio de la empobrecida nación. Se mostró esperanzado en que las fuerzas de paz comandadas por Kenia finalmente logren llegar a territorio caribeño, lo que sería en todo caso, mejor que el caos que impera actualmente en un entorno capitalino controlado por las pandillas.
Hizo referencia a los acuerdos arribados con el extinto Jovenel Moïse, los cuales quedaron sin ejecutar tras el magnicidio y la subsecuente crisis.