Nacido para la música en la imagen de un país que le convirtió en un símbolo: Abaritonado tenor.
A medio cielo, un repique de campanas cubre tu abaritonada voz de espiga y aliento.
Tu imagen poblada de sonrisas y maracas, recuerdan el pequeño bongó.
Lejos estás de nuestras grandes aventuras, las que se me repiten en la mente como celuloide que no cesa, en un recuerdo interminable y alegre, como esos días de sol y de música en la gramita de humanidades, ubicada en la vieja casa de altos estudios, la benemérita fundada en 1538.
A medio cielo, un plano de cine, contrapicado te dibuja desde una piedra de ámbar y tu mirada brillosa se pone a la orden de toda posible ficción-realidad, desde ese instante unos pianos barrocos reciben tu voz de son y Santiago despierto entre lluvias y montañas, tu adorada tierra de seres sin hambre y rebozado de cabuyas doradas entre caminos y sembradíos.
Pero esta evocación, sirve para la música y las canciones que juntos hicimos, cuando Nueva Forma era un universo lúcido en medio de aquella izquierda-cultural cavernaria y estéril, abominable y visto el tiempo: muerta de futuro.
1971. 1972 (Con el Ejemplo) 1974 (Te Saludo comandante, te saludo. Siete Días con el Pueblo).
Situados en el tiempo, divertirnos haciendo letras, recibiendo tus indicaciones para evitar versos según
tu designio: «- Hay que evitar que te salga calimocho «, cuando algún verso no rimaba o se pasaba de métrica.
Era una gozada, inmensa, fabulosa.
Cuando de la Guerra de Vietnam se trataba, fuiste el primero que cantaste Nana a una Niña de Vietnam, escribí esa canción para el primer recital de Nueva Forma, Sonia Silvestre luego la grabaría en Cuba. Después vendría » Junio Es primavera «, otra tarea en común para los dos. Perdida en el tiempo quedó la delicada » En Quang Tri el Gran Reloj es amigo de los Amantes «. La canción hacía alusión a las grandes batallas libradas en ese territorio situado entonces en el Centro de Vietnam, fronterizo con Laos…
En tu voz, » Compañero presidente «, mi texto compuesto para el recital Chile Vive cantado por ti al estilo mexicano huapango (voz Nahuatl ), era la narración de la gravedad de Chile y los momentos difíciles de Salvador Allende en la Moneda, en los tiempos del fascismo ordinario, de Augusto Pinochet Ugarte.
Nadie lo hubiera hecho mejor, tu voz era la justa en timbre y gravedad. Te agradecí en el momento de vida, te agradezco ahora, abaritonado tenor.
Queda el secreto de » Martha Es Sonrisa del Alba «, otra canción cuya música es tuya, y prometo guardarte del secreto de cómo hicimos para que todo saliera bien, complicidad obliga, risas también.
A medio cielo, si recuerdo todo esto, es para revivir horas de conversaciones, intercambio y de modo especial poner en evidencia tu talento, adaptado a todas las circunstancias, en tu quehacer de músico no indiferente a la historia.
La toma de la Iglesia de San Miguel, otro episodio en común y la policía amenazando con la mandarria, nosotros, borrachos de humor ante el inminente peligro, tú en particular.
Abaritonado tenor, te queremos en la fiesta de la eterna memoria, en el vacío de las noches del Rest. Gallego, últimos puntos de encuentros y disfrute.
Escribo ahora, cierto tiempo después, porque no me gusta la moda necrófila, del texto cuasi funerario de cuerpo caliente y desbarre de letras, hay que respetar a quien se quiere…
A medio cielo, suponer un bosque florido, en la estancia del duelo, en lo imposible comprobado.
Diferencias apartes, nunca lo suficiente, para borrar nuestro relato vital en conjunto.
Lo mejor siempre es la memoria, la activa, la que recuerda y recompensa tu ausencia en el tiempo.
Lo lúdico esencial para vivir, abaritonado tenor siempre te hará presente, siempre.
Ahora, resta recordarte, abaritonado tenor, que te queremos, aún con la tristeza de tu primer bongo de Najayo a la eternidad.