Justamente dentro de un mes los dominicanos con derecho -y ganas- al voto acudirán a las urnas para unas complicadas elecciones de tres boletas: presidenciales, congresuales y municipales.
En los tres estamentos el deporte debe jugar un papel de preponderancia como derecho inherente de la población a disfrutar de sus bonanzas.
El Poder Ejecutivo (el presidente) traza la política deportiva de la población en general que abarca desde la iniciación, pasando por la recreación hasta llegar al deporte de alta competición.
El Poder Congresual (los senadores y diputados) debe legislar en favor de crear las leyes, y modificar otras, en beneficio de que la población de una determinada comunidad pueda disfrutar legítima y legalmente de los beneficios que genera la práctica deportiva.
Y el Poder Municipal (los alcaldes, antiguos síndicos) deben propiciar espacios y estrategias idóneas para que los munícipes tengan acceso a una sana convivencia a través del deporte inclusivo, recreativo o competitivo.
Estoy en el medio y hasta ahora no he visto una sola propuesta deportiva -creíble o no- de ninguno de los candidatos. Nada, ahorita le levantamos las manos a dos o tres atletas famosos, y ya cumplimos.¡Así anda el deporte!