Nueva York.-Desde su creación, Uber Technologies Inc. viene peleando con sus conductores por el tema de la propina.
Los conductores sostienen que las propinas siempre han sido parte de su trato y deben seguir siéndolo. Uber considera que la propina es una reliquia del pasado y quiere que la idea desaparezca.
Después de algunas idas y vueltas, Uber negoció a regañadientes una política en 2016 que permite a los conductores recibir propinas en efectivo, pero la empresa aún no ha integrado la propina a la aplicación.
Esto irrita a los conductores. Al decirles que reciban dinero en efectivo, Uber corre el riesgo de enfrentarse a las leyes que rigen al sector de viajes en taxi en más de una docena de estados.
Pagos en efectivo
En los últimos tres años, 13 estados sancionaron leyes que restringen en alguna forma los pagos en efectivo. Si bien ninguna de las leyes menciona explícitamente la gratuidad, existe un consenso generalizado de que la mayoría de estas normas –si no todas– se aplican a las propinas en efectivo.
Los partidarios de estas reglas dicen que se inspiran en preocupaciones por la seguridad del conductor.
Las restricciones de cada estado difieren levemente, en tanto algunos sólo prohíben la solicitud de pagos y otros impiden que cualquier efectivo cambie de manos. Varias de estas medidas exigen explícitamente a compañías como Uber y Lyft Inc. decir a sus conductores que no están autorizados a recibir efectivo de los clientes.
Los legisladores de Nueva York y Texas están considerando actualmente proyectos de ley que incluyen prohibiciones para el efectivo.
A los detractores de Uber en ambos estados les encantaría tener un nuevo garrote para usar contra la compañía, y un debate público sobre las políticas de Uber podría envenenar más las relaciones con los conductores en un momento en que la imagen pública de la compañía ya está recibiendo una fuerte paliza.