A tu manera

A tu manera

A tu manera

Ana Blanco

En blanco. Sin nada. Cada mañana recibo todo un espacio para decidir qué quiero hacer. Así es que amanezco cada día. Antes lo hacía (mejor dicho, lo sentía) en momentos especiales, ahora cada día es especial y por eso cuando abro los ojos sé que tengo ese regalo: la oportunidad de levantarme, decidir qué hacer, sentir hasta el infinito, compartir con otras personas, actuar o no hacerlo porque esa hoja en blanco de 24 horas está ahí solo para mí.

Y es una maravillosa sensación. Cierto que desde que me envuelvo en la rutina este sentir se esfuma, pero comenzar de esta forma me da el impulso para tener el control sobre aquello que me rodea, y más en estas fechas.
Además, y lo más importante, agradecer que se me presente esta oportunidad.

Esos segundos que dedico a dar gracias son los que realmente me llenan para todo lo demás. Por lo tanto, esa ecuación de agradecimiento + oportunidad es el motor que termina de encenderse con una buena taza de café (no puede faltar).

Comparto esto porque creo que es una (casi) terapéutica manera de comenzar el día.
Habrá a quien le sirva y a quien no le parezca importante.

Pero creo que todos tenemos que encontrar cada día la forma de sentirnos bien con quienes somos, lo que hacemos y sobre todo darnos cuenta que, aún con todo lo malo que puede llegar, cada día está sin llenar, en blanco, hasta que nosotros escribamos nuestra propia historia.

Y eso es algo que nadie nos puede quitar. Por lo que mañana al abrir los ojos decide cuál va a ser tu historia. Y eso cada día y te aseguro que llegará el momento en que te des cuenta que estás viviendo a tu manera.



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