Trabajar con bonsái toma tiempo y dedicación, se pueden recolectar de lugares en construcción. Arlenis Castillo.
Santo Domingo.-Miles de árboles, en ocasiones centenarios, son derribados a diario para dar paso al desarrollo urbanístico vertical, convirtiendo las ciudades en placas de cemento, que absorben la energía solar y la transforman en calor o altas temperaturas, que en las últimas décadas ha provocado el fenómeno del cambio climático.
Gran número de esas especies pueden ser salvadas y brindar servicios ecosistémicos, como producir oxígeno y captar de dióxido de carbono, mitigando así parte del daño que el hombre está generando a la naturaleza.
A través del bonsái, arte que del japonés se traduce como “árbol diseñado y sembrado por el hombre en bandeja plana, y que significa conexión y respeto por la naturaleza”, la gente puede entender, apreciar, proteger y defender el medio ambiente, que es cuidar lo que le da vida.
“Las plantas absorben el calor para llevar su proceso de fotosíntesis y generar madera, tallos, hojas, y frutas.
Sí uno toca un pedazo de cemento que está al sol lo siente caliente, sí toca una madera no ocurre igual porque la forma en que esta estructurada molecularmente evita que esa temperatura se almacene y es mucho más termost, es decir, regula ese calor”, explicó el doctor en bioquímica-física molecular, Enrique Castaño, de origen mexicano.
Para él, cuando se hinca una plántula y no se cuida muere, pero cuando se asume con esmero un bonsái se empieza a cuidar la naturaleza y eso tiene un efecto más fuerte a nivel del cambio climático.
“En Asia, si van a construir una carretera, ven hacia donde pueden mover los árboles antes de cortarlos”, comentó.
Beneficio
El arte del bonsái podría ayudar un poco y es en la vertiente de techos verdes principalmente que generan un cambio fuerte real de temperatura, y tiene que ver con la apreciación de la naturaleza. Castaño, presidente de la Federación Latinoamericana de Bonsái Caribeño; junto a Germán Arellano y Víctor Liriano, segundo y primer vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Bonsái, adelantaron parte del beneficio de esta práctica o hobbies que darán a conocer en el XIV Congreso Latinoamericano y Caribeño (Felab) Suiseki Fest, a celebrarse en el país con la participación de más de 40 expositores en talleres únicos.
“Con esto buscamos que República Dominicana se posicione en el mapa mundial del bonsái. Aquí hay tres clubes registrados como el Bonsái Nativo y Club Dominicano del Bonsái, que forman personas para diseñar y están interesados en tenerlos”, comentó Liriano. Cuenta que esta es una oportunidad de tener los árboles que los abuelos plantaban en los patios y hoy no existen.
Suiseki
El evento, que será el primero aquí, conjugará la mayor exhibición de suiseki que es la contemplación de las rocas que tienen formas y significados, colocadas en una madera llamada daiza o suiban.
Ambos elementos de la naturaleza son artes que vienen de Japón y China y le dan la vuelta al mundo. El bonsái y la piedra significan relajación y paz, que logran como amantes de la naturaleza; los conecta y los hace sensibles ante ella.
“La diferencia entre un animal y un ser humano es el arte, y esto lo manifestamos en el bonsái que es lo que nos gusta”, refiere Liriano, quien al igual que Castaño, Arellano y Viviana Paredes, directora de Casa del Bonsái en Colombia, son amantes de la naturaleza.
Ellos rescatan árboles que van a ser o son tumbados, sea por construcciones o derribados por tormentas u otros fenómenos atmosféricos, para que no terminen siendo leña.
El bonsái
“El bonsái es un arte, una disciplina, una forma de vida y de entender las plantas que con cuidados muy especiales y tratamientos las mantenemos vivas por mucho tiempo, agradecidas que estén muy bien y vivan en un espacio reducido”, comentó el periodista colombiano Arellano, quien por décadas mantiene y promueve esa tradición familiar.
Para él la importancia espiritual de esta dinámica es la conexión con un ser superior que es la naturaleza, ya que los árboles, a su entender, son seres que llegaron primero que el hombre a la tierra, y a nivel ambiental por medio de esos cultivos han rescatado especies que en otras circunstancias habrían muerto.
Sin embargo, vía el bonsái se transforman en piezas de arte. Estas y las demás plantas dan equilibrio energético y bienestar a favor de la salud. Este arte cada vez toma auge a escala internacional, e igual en el país.
Exposición
— Conclave
El Congreso Bonsái y Suiseki Fest RD, del 21 al 23 de este mes en el Monumento Fray Antón de Montesinos, reunirá a las principales asociaciones que hacen bonsái en la región. La RD es sede y habrá expositores de varios países.