-¡Atención, soldado! ¿Qué hora es?
– La que usted quiera y ordene, mi General.
Las líneas que anteceden son una inocente caricatura de lo que representan las relaciones entre los alistados, por un lado, y los oficiales de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional por el otro.
El general retirado y diputado Jorge Radhamés Zorrilla Ozuna ha propuesto una iniciativa en el Congreso para que en la nefasta reforma constitucional que se nos pretende imponer mediante artilugios leguleyescos e interpretaciones jurídicas caprichosas, se establezca el derecho a votar a los policías y militares.
¡Imagínese usted! La iglesia en manos de Lutero.
Se estima en 90,000 la población castrense y policial que se traduciría en igual cantidad de votos manejables con una simple orden militar de un jefe supremo.
¡En un país donde se gana con un voto de diferencia… y donde también se gana con ningún voto, si fuera necesario.
¡No, señores militares-políticos! Zapatero, a tus zapatos, y guardias a los cuarteles …o a vigilar la frontera. A otro perro con ese hueso.