En pocos días el presidente Luis Abinader cumplirá seis meses en el cargo. Los dominicanos todavía se encuentran observando expectantes las acciones que ha estado tomando para enfrentar la grave crisis sanitaria y económica que vive la República Dominicana a causa del coronavirus, así como el combate a la corrupción.
Fue el primer presidente latinoamericano que tomó posesión en medio de la pandemia el pasado 16 de agosto. Además, que fue el primer mandatario en la región que asumió el cargo tras haberse enfermado del coronavirus.
Sin duda, no ha tenido un escenario fácil. No pudo disfrutar de los primeros tres meses de la llamada ‘luna de miel’ que siempre tienen los presidentes al inicio de su mandato. Ha tenido un escenario inusual, algo catastrófico, para un mandatario al inicio de su mandato en el presente siglo.
Tal vez precisamente por eso y por las acciones que ha estado tomando, que muestran ya su estilo de gobernar, que los dominicanos todavía mantienen sus esperanzas puestas en él.
Solamente hay que ver sus niveles de aprobación. A finales del 2020 fue considerado como el segundo mandatario con mayor aprobación (con un 90 %) del continente americano de acuerdo con el ranking realizado por la empresa norteamericana Real Time Data Corp.
“Luis (Abinader) me tiene impresionado. Lo subestimé, además trabaja 15 horas diarias y dice que ese ha sido su ritmo de trabajo siempre”, declaró un dominicano, que pidió no ser identificado por el desempeño de su labor profesional, al ser consultado acerca de las primeras medidas tomadas por su presidente.
Añadió que “a pesar de que lleva poco tiempo en el poder ya estamos viendo los cambios. Ya canceló a la ministra de la Juventud por una investigación de corrupción y de su declaración de bienes. Y nombró a una Fiscal General que nadie en este país se atreve a presionarla”.
Las declaraciones del experimentado contador público muestran las esperanzas de cambio que genera el presidente entre los dominicanos. Recordó que al juramentar a su equipo Abinader les dijo: “De ahora en adelante el jefe de ustedes es solamente la ley”.
Al referirse al incidente en el que un general sin uniforme del ejercito insultó a dos policías de tránsito el contador público dominicano recordó que al día siguiente el mandatario dando con el puño en la mesa en una transmisión a nivel nacional declaró “aquí no hay rango por encima de la ley”.
“En República Dominicana necesitamos recuperar el respeto por la ley sin importar rangos ni militares, ni oficiales. Aquí quedan todavía muchos ‘Trujillitos’. Hay que eliminar eso de ‘usted sabe quién soy yo’…”, enfatizó el simpatizante de Abinader.
La situación generada por la pandemia mantiene todavía en vilo a todo el mundo. Por lo que todavía resulta prematuro señalar cómo logrará el jefe de estado dominicano cumplir sus promesas de campaña.
Pero lo que si podemos hacer es recomendarle que no abuse de sus estrategias de comunicación política, ya que la ciudadanía dominicana se encuentra muy vigilante de todos los pasos que da.
Me refiero al manotazo en el que aparentemente ‘molesto’ Abinader advierte que en República Dominicana no hay rango que esté por encima de la ley.
Al hacer un rápido análisis de su comunicación no verbal se observa que probablemente calculó y resolvió bien el uso de dar un manotazo. Cambió además de tono y gesto. Tal vez el entrenamiento que recibió durante su campaña le dejaron esas “habilidades”.
No hay que olvidar que los políticos actúan, unos más que otros, pero política y puesta en escena van siempre de la mano. Un claro ejemplo es el presidente mexicano.