A plena luz del día, ladrones roban a punta de pistolas en casa de ingeniero

A plena luz del día, ladrones roban a punta de pistolas en casa de ingeniero

A plena luz del día, ladrones roban a punta de pistolas en casa de ingeniero

San Cristóbal.-El ingeniero Miguel Tejeda vivió el mayor susto de su vida la semana pasada, cuando al despertar vio que dos delincuentes armados de pistolas le apuntaban a la cabeza.

Eran las 10:00 de la mañana y Tejeda dormía tras haber trabajado en horas de la noche. Su esposa Eloanny Minyety llevaba a sus tres hijas al colegio, situación que aprovecharon los dos desconocidos para romper los llavines de la residencia, desafiar la verja eléctrica y entrar.

«Me apuntaron con las armas y me amenazaron con matarme si no les entregaba dinero. Se llevaron un televisor plasma, más de RD$30 mil, iPads y celulares», expresó el ingeniero, cuya vivienda está ubicada en la calle La Trinitaria, número 20, urbanización Las Arecas de esta ciudad.

Informó que los dos malhechores se marcharon a bordo de una jeepeta Ford, color blanca.

Destacó que cuando fue al cuartel de la Policía a poner la denuncia el guardia de turno no le prestó mucha atención. «Es como si no hay autoridad, aquí estamos a expensas de los ladrones y nadie hace nada», manifestó desesperanzado.

Por tal razón, pide al jefe de la Policía, mayor general Manuel Castro Castillo, que persiga a los delincuentes y que disponga mayor vigilancia policial en esa zona.

Sin policías

En ese mismo orden, la señora Minyety comunicó a reporteros de este diario que los asaltos a mano armada y robos a las residencias se producen con mucha frecuencia en la exclusiva urbanización, donde los ladrones hacen como «Pedro por su casa».

«Los muchachos no pueden salir a las calles con celulares porque se los arrebatan de las manos», insistió.

Aseguró que a ninguna hora del día los policías merodean por allí, por lo que los residentes en Las Arecas se encuentran atemorizados, a tal punto de que la mayor parte del tiempo se mantienen encerrados en sus casas.

Espera que las autoridades escuchen su llamado y que el hecho no quede en el olvido.



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