Santiago.-El Complejo Deportivo La Barranquita, convertido en ruina y elefante blanco, ha tomado un nuevo giro, con la rehabilitación de la mayoría de sus obras y la seguridad que reina en toda el área.
Lo que hace poco era un lugar que provocaba terror al visitarlo, por los robos y atracos que se cometían a diario, hoy es utilizado por cientos de niños y jóvenes, en su mayoría estudiantes y atletas, que disfrutan de actividades sanas sin ningún tipo de temor.
El Complejo La Barranquita, construido en 1986 por el gobierno del fallecido expresidente de la República Salvador Jorge Blanco, para albergar a más de cuatro mil atletas de 27 países que vinieron a los Juegos Centroamericanos y del Caribe, fue saqueado por desaprensivos que cargaron con todos los objetos de valor del lugar.
El estadio olímpico para fútbol y atletismo, los pabellones de gimnasia, karate, boxeo, las canchas de tenis de campo, tenis de mesa, las instalaciones de tiro al arco, tiro de precisión y otras instalaciones, fueron destartaladas por los ladrones que destruyeron los baños, cargaron con graderías y todo lo que era metal en esas obras.
Cambio radical
Sin embargo, la gestión del ministro de Deportes, Jaime David Fernández Mirabal, ha tomado la situación de La Barranquita como de prioridad y ha tomado el control haciendo una gran inversión.
Actualmente se mantiene una seguridad las 24 horas del día, a cargo del administrador Miguel Ángel Gómez, quien está al frente de la recuperación de cada instalación.
Reconstrucción de baños, gradas, pintura y limpieza en todos los lugares, de acuerdo a los recursos que emanan del Ministerio de Deportes, se realizan en La Barranquita.
“Este era un lugar temeroso, aquí no se podía entrar de día ni de noche por los ladrones y atracadores, sin embargo, ahora cientos de niños y jóvenes practican en las canchas, estadios y pista de atletismo sin miedo alguno”, explicó Gómez, al hacer un recorrido por las instalaciones con periodistas del EL DÍA.
Mantienen listis
Algo que aún no se ha podido resolver por completo, pero sí en gran parte, es la ocupación de terrenos de que fue víctima el parque de La Barranquita.
En la zona del campo de tiro, que solo quedan las ruinas, miles de tareas siguen invadidas..