A partir de este lunes, EE. UU prohíbe ingreso de haitianos, venezolanos y ciudadanos de otros 10 países

A partir de este lunes, entra en vigor una medida firmada por el expresidente Donald Trump, la cual prohíbe el ingreso a Estados Unidos de ciudadanos provenientes de una docena de naciones.
La restricción, anunciada el pasado miércoles, afecta a personas originarias de Afganistán, Myanmar, Chad, República Democrática del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen.
Además, ciudadanos de países como Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela también se verán impedidos de entrar al territorio estadounidense si no poseen una visa válida y se encuentran fuera del país.
Algunas exenciones han sido establecidas, aunque varían según la nación.
Por ejemplo, en el caso de Afganistán, se contemplan excepciones específicas.
Otras disposiciones son más generales y están dirigidas a quienes viajen con motivos particulares, como los que planean asistir a eventos deportivos de gran escala, incluyendo la Copa Mundial de 2026 y los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028, dos celebraciones que Trump expresó estar especialmente entusiasmado por organizar.
Esta nueva restricción remite a una de las decisiones más controvertidas de su primer mandato.
En 2017, Trump firmó una orden ejecutiva que suspendía el ingreso de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, incluyendo Irak, Siria, Irán, Libia, Somalia y Yemen.
Aquella acción provocó caos en varios aeropuertos, donde pasajeros ya en tránsito fueron retenidos o deportados.
Entre los afectados se encontraban estudiantes universitarios, académicos, empresarios, turistas y familiares de residentes legales.
Las excepciones
A pesar del rigor de la medida, la nueva proclamación contempla una serie de excepciones, entre las que se encuentran:
Titulares de la tarjeta de residencia permanente (“green card”).
Personas con doble nacionalidad, incluso aquellos con ciudadanía estadounidense si también pertenecen a uno de los países vetados.
Deportistas y entrenadores que participen en competencias internacionales como el Mundial o los Juegos Olímpicos.
Excolaboradores afganos del gobierno estadounidense o de sus aliados, beneficiarios de visas especiales.
Iraníes pertenecientes a minorías religiosas o étnicas que enfrentan persecución en su país de origen.
Empleados del gobierno de EE. UU. con al menos 15 años de servicio en el extranjero, junto con sus cónyuges e hijos.
Solicitantes de asilo o personas admitidas como refugiados antes de la implementación de la medida.
Familiares directos de ciudadanos o residentes en Estados Unidos, como esposos, padres o hijos, que tramiten una visa por razones familiares.
Funcionarios diplomáticos y representantes de gobiernos extranjeros en misión oficial.
Visitantes en asuntos oficiales relacionados con la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
Delegados de organismos internacionales, incluida la OTAN, en visitas oficiales.
Menores adoptados por ciudadanos estadounidenses.
Asimismo, se aclara que la restricción no afectará a quienes ya posean visas válidas, ni a quienes demuestren que su ingreso beneficia los intereses estratégicos o humanitarios de Estados Unidos.
Esta nueva directriz vuelve a colocar en el centro del debate la política migratoria restrictiva que caracterizó la administración Trump, con repercusiones tanto diplomáticas como humanas que podrían resonar más allá de sus fronteras.
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