A ocho años del Sistema 9-1-1 persisten llamadas molestosas

A ocho años del Sistema 9-1-1 persisten llamadas molestosas

A ocho años del Sistema 9-1-1 persisten llamadas molestosas

Santo Domingo .-Puede ser que en este justo momento alguna persona este realizando una llamada al Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1, del tipo molestosa, silenciosa o simplemente cuelga, acción que pone en riesgo la vida de alguien que realmente requiera la asistencia de este servicio.

De acuerdo a la estadística de este sistema de seguridad, colgada en su portal web institucional, en los últimos cinco años y seis meses del presente año (2019 al 2024) han recibido más de diez millones de llamadas silenciosas, más de 4 millones colgadas y 720,789 molestosas, según la clasificación que le dan al tipo de llamadas.

A pesar de que el periódico EL DÍA solicitó una entrevista con funcionarios de esta institución y agotó el proceso de solicitud para que explicaran un poco del porqué el ciudadano no deben incurrir en este tipo de acciones, sin embargo, los actuales titulares prefirieron no dar respuesta.

Para que se tenga una idea, cuando alguien realiza una llamada y la persona no responde, es decir, sólo se escucha el silencio, el operador del 9-1-1 se queda en línea por si se trata de algún tipo de agresión y poder ir en auxilio de esa persona.

Con casi ocho años de su puesta en funcionamiento, todavía algunas personas utilizan de manera inadecuada estos servicios.

¡Diez años de cárcel!
La Ley 184-17, que crea el sistema, establece penalidades en su capítulo quinto, el cual contiene entre las sanciones multas de cinco a diez salarios mínimo, según el caso.

También recibir orientaciones educativas y hasta cárcel por realizar las llamadas molestosas, silenciosas y de falsas emergencias, ya que esto podría retardar una respuesta oportuna a alguien que realmente lo necesita.

Repito, alguien que no tiene una emergencia o una urgencia, con una llamada innecesaria coloca en riesgo la vida de una persona.

Servidores del Sistema de Emergencia 9-1- 1 brindando asistencia a una persona. AGENCIA FOTO

En el caso de agresión, el artículo 49 de la referida ley estable que quienes agredan físicamente al personal u ocasionen daños a los equipos de respuesta del Sistema 9-1-1 serán sancionadas con prisión de dos a cinco años y multa de veinte a treinta salarios mínimos.

Para aquellos que obstruyen el desplazamiento de las unidades del sistema, el artículo 50 indica que aquellas personas que intencionalmente obstruyan de cualquier forma el trayecto de las unidades del Sistema 9-1-1 al momento de desplazarse y presentarse al lugar de una emergencia, y como resultado de ello no se pueda salvar una vida o se produzca la vida un miembro del personal del Sistema 9-1-1 o un tercero, serán sancionadas con prisión de diez a veinte años.

Y en el siguiente párrafo, añade que “si se comprueba que en la obstrucción intervino el abuso de sustancias prohibidas o alcohol, será considerado como una circunstancia agravante y deberá ser sancionado el responsable con el doble de las penas previstas, sin exceder el máximo establecido en el derecho común, según sea el caso”.

Pero así como hay sanciones para las personas que la violentan, también hay unos deberes para los usuarios que utilizan los servicios y que la misma ley lo contempla.

Entre ellos está el proveer información completa y precisa sobre la situación de emergencia, hacer uso adecuado de los recursos del sistema y velar porque las personas bajo su tutela se conduzcan de la misma manera.

Poner en conocimiento de las autoridades correspondientes sobre las posibles conductas inapropiadas de representantes del Sistema 9-1-1 y de las unidades de respuesta.

Valoración
Algunos testimonios recolectados por este medio hablan a favor y en contra del servicio dado.

“Yo estaba hace unos días en el play con mi hijo y se cayó un hombre que estaba trabajando en un techo.

Llamé al 911, y aunque uno por la desesperación de ver a alguien tirado y adolorido, quisiera que lleguen de una vez, siento que se tardaron, aunque cuando llegaron hicieron muy buen su trabajo”, relata un usuario que prefirió que omitan su nombre.

Otra persona que pululaba por la zona oriental fue testigo de un accidente y al llamar al servicio dijo que se tardaron porque no tenían la ubicación exacta.

Sobre este aspecto, el usuario señaló que a pesar de ser un servicio bueno, le falta tener una geolocalización con la llamada, para que puedan ubicar más rápido a la persona.

No es un taxi
El director de la Dirección de Servicios de Atención a Emergencias Extrahospitalarias (DAEH), Juan Manuel Méndez, en cuanto al uso de las ambulancias, invitó a algunos ciudadanos a que tomen en cuenta que los servicios de ambulancias no son taxis.

“Hay personas que llaman a la ambulancia como si fueran taxi para que la lleven a un lugar cuando no necesitan real y efectivamente el servicio ni tienen una dolencia que así lo amerite”, describió.

A manera de ejemplo señala que si una persona tiene cita médica y solicita la ambulancia para que los lleven a su cita médica, existen determinadas condiciones que debe tener ese paciente para ir en auxilio, en caso contrario, existen sanciones para este tipo de accionar.

En cuanto a ceder el paso a las ambulancias, explica que se ha ido mejorando, pero que todavía falta.

Dice que cuando se escucha una ambulancia no es para acelerar o para ir detrás de ella persiguiéndola, sino para que ceda el paso ante un llamado de una emergencia.

Otro elemento que le preocupa es la cantidad de personas sin formación, que andan con una cámara o sus teléfonos inteligentes y que le caen atrás a las ambulancias para producir contenido para sus plataformas digitales, violentando la privacidad del paciente y sus derechos fundamentales.

Apela a la conciencia y al respeto, al tiempo que resalta que la comunicación conlleva una gran responsabilidad.

El director del DAHE indica que desde ya trabajan para tener todas sus ambulancias con geolocalización, es decir, saber en tiempo real dónde está cada una de ellas.

Además de la capacitación de personal que ronda más de siete mil personas.

La diferencia

—1— Emergencia
Toda situación urgente o de catástrofe, que comprometa la vida, libertad, seguridad o integridad de las personas o la de sus bienes, que exija objetivamente un auxilio inmediato.
—2— Urgencia
El organismo lo define como suceso imprevisto que debe ser atendido con prisa, pero que no necesariamente pone en peligro a la persona.