
Santo Domingo.– Más de cinco toneladas de basura son retiradas a diario de los ríos Ozama e Isabela, cuyas riberas se han convertido en una fuente de contaminación para los residentes de esas zonas.
El mal olor que emana de las aguas de los afluentes es insoportable, pero a pesar de eso, cientos de familias que viven en sus orillas se ven obligadas a soportarlo.
Esa situación es la causante de enfermedades de la piel, conjuntivitis, gripe, dolores en el cuerpo y otras afecciones, según afirman comunitarios de la zona y la Fundación Escoba, entidad que realiza labores de limpieza en esos alrededores para mitigar el daño medioambiental.
Esos trabajos son realizados en La Zurza y Capotillo, dos de los barrios que se encuentran en las cercanías de esos
