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A la ministra de Interior

Rafael Chaljub Mejía Por Rafael Chaljub Mejía
A la ministra de Interior
📷 Rafael Chaljub Mejìa

En el sesenta aniversario de la Revolución del 24 de Abril de 1965, un conjunto de organizaciones de izquierda ha convocado a una marcha que el próximo domingo 27 partirá de la plazoleta La Trinitaria y terminará frente al parque Independencia, ante la estatua del coronel Francisco Caamaño, héroe insigne de aquella memorable jornada.

La actividad está autorizada por el Ministerio de Interior y Policía.
Pero el cabecilla de la Antigua Orden ha declarado que él y su tropa van a bloquearle el paso a los manifestantes y a evitar que los “comunistas” profanen el parque Independencia.

Gravísimo. Aquí cada quien podía ejercer su derecho a la libre manifestación pública, hasta que apareció la Antigua Orden con su actitud desafiante, su vocación a la violencia y al tumulto y una arrogancia tal que deja a la autoridad legal y las instituciones lamentablemente disminuidas. Y ya hay precedentes de violencia.

Escribo el jueves 24 de abril, día para el cual ese grupo convoca una marcha hacia el Palacio, no adivino lo que ocurrirá, pero se sobreentiende que a ninguna organización de izquierda le pasa siquiera por la mente interrumpir esa marcha.

Aunque la Antigua Orden represente todo lo contrario a la gesta que se inició en esa fecha; aunque para la izquierda es fecha sagrada, digna del más venerable respeto y bien pudiéramos considerarla como nuestra. Entonces, qué podrá ocurrir cuando ese grupo salga a interceptar una marcha realmente patriótica, realizada dentro del derecho que el orden jurídico del país consagra.

Conquistar ese derecho ha costado demasiado caro en sangre, sudor y lágrimas y no es verdad que quienes más alto precio pagaron por lograrlo, le van a dejar la calle a ningún grupo amenazante.

La autoridad es la primera que debiera sentirse irrespetada, especialmente la ministra de Interior y Policía, la licenciada Faride Raful, quien está en el deber de pronunciarse y, sobre todo, garantizar el desarrollo y la culminación pacífica y ordenada de la marcha del domingo.

No puede autorizar una actividad y, al mismo tiempo, permitir que otros tengan el poder de interrumpirla.

Y por nueva vez, invito a esos hombres y mujeres de reconocida nombradía en la vida pública, que andan asociados a la Antigua Orden, a definirse y decir responsablemente si están de acuerdo o no con la amenaza hecha por su vocero y representante, porque el silencio los deja desde ya inevitablemente comprometidos con lo que pueda pasar.

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Rafael Chaljub Mejía

Columnista de El Día. Dirigente político y escritor.

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