La imperiosa necesidad de demostrar que se está en capacidad de combatir y derrotar a fuerzas incontrolables y muy poderosas, ha sido uno de los mayores retos de la humanidad para no desaparecer de la faz de la tierra.

Por eso en innúmeras circunstancias ha librado batallas con elementos que en sus orígenes buscan demostrar que son invencibles, que se lucha contra “fantasmas” con poderes sobrenaturales, aunque la historia da cuenta de que al transcurrir el tiempo, en el fragor de las luchas, dejan ver el refajo, y por ende, sus debilidades.

Sin embargo, esa es una lección que las principales ligas deportivas profesionales, por el monto abismal de millones que manejan, no han podido ni quieren asimilar, a pesar de que “lo que está a la vista no necesita espejuelos” , y continúan forzando al máximo la realización de sus torneos, porque el dinero está por encima de todo lo demás, incluso la vida.

En Europa reiniciaron todas las ligas, mientras en Estados Unidos, unas comenzaron y otros están al tris. en momentos en que se produce un incremento exponencial de los contagios y muertes.

Se van a aplicar en forma estricta medidas sanitarias, que no haya dudas, pero aun así, lamentablemente, veremos a muchos caer.

Pero como como dice un refrán “el que por su gusto muere, la muerte la sabe a gusto”, aunque en este caso específico, el dinero y el poder político, los que históricamente han sido motores de los más inhumanos y perversos conflictos.

RADARES.- El racismo sigue con gran impacto en el deporte. La más reciente confrontación es entre el piloto inglés Lewis Hamilton, y el exjefe de la F1, Bernie Ecclestone, quien afirma que, «en muchos casos, la gente negra es más racista» que la blanca.