SANTO DOMINGO.-El inicio de un nuevo año siempre comienza con nuevas metas y deberes que se deben cumplir y la salud masculina no debe ser la excepción. La clave está en la prevención.
Debido al aumento de los casos de cáncer de próstata, riñón y vejiga, entre otros, y de las enfermedades cardiovasculares, causa número uno de muerte a nivel mundial, hacen que el hombre tome conciencia y acuda a su chequeo aunque se sienta bien.
Así lo afirma la uróloga-cirujana, Marlin Fernández, al destacar que las pruebas de detección más importante que realiza en la primera visita anual, son el PSA o antígeno prostático específico, que es el marcador tumoral para cáncer de próstata, un examen de orina y una sonografía de vías urinarias.
“Claro está, que se agregaran otras pruebas como el perfil hormonal y metabólico, según los hallazgos de la primera consulta”.
Era típico que los hombres comenzaran a preocuparse más por su salud a finales de sus 40 o sus 50 años, pero, aclara que ya ese panorama está cambiando, pues están tomando conciencia de que la detección a tiempo, de cualquier condición, puede ayudar a que el proceso sea más llevadero, manifestando que también los jóvenes deben de saber que tienen que estar pendientes de su salud haciéndose autochequeo de sus genitales y ante cualquier cambio buscar ayuda.
El valor de las pruebas
La andróloga y experta en fertilidad describe que, condiciones como prostatitis, cánceres urogenitales, disfunción eréctil, bajos niveles de testosterona y otros problemas genitourinarios, pueden detectarse con pruebas diagnósticas en una de estas visitas, por lo que el interrogatorio y el examen físico les darán suficiente información para indicar las analíticas y estudios de lugar.
Al hablar sobre los principales factores que determinan la calidad de la salud del hombre, explica que entre estos está la edad, sedentarismo, consumo excesivo de cigarrillos, alcohol y mala alimentación.
La galena, miembro del Grupo Urus, aconseja hacer ejercicio, comer más sano, controlar la ingesta de alcohol y de fumar, ya que estudios han arrojado que la principal causa del déficit de testosterona es la obesidad, derivada de una mala alimentación y falta de actividad física regular, así como el tabaquismo, el alcohol o el estrés.
Refiere que, como gran parte de la población no lo sabe, entiende que hay que orientar con campañas preventivas que fomenten el autocuidado.
Agrega: “Dirigir el uso con reemplazo de testosterona cuando sea necesario e indicado por un facultativo acreditado y no por individuos en gimnasios o en los llamados “Centros de Bienestar Masculino”.
Se debe crear conciencia sobre el abuso de esta hormona, que si bien es muy necesaria para la salud del hombre, su mal empleo puede tener consecuencias catastróficas como la infertilidad”.
Incidencia
— Biológicas y sociales
La incidencia de cánceres, como el de próstata o testículos, infecciones de transmisión sexual o trastornos hormonales, ha crecido. A pesar de su condición genética, influyen también los cambios y toxicidad del medio ambiente.