Una pregunta tras otra: ¿Si Luisito Pié no lograba medalla, la actuación dominicana hubiera sido deshonrosa? Entonces, ¿Por qué se dice que su bronce salvó el honor de la delegación quisqueyana?
Ya un poco menos eufóricos, lo cierto es que los jefes del deporte dominicano deben enfilar los cañones a fines de rescatar el próximo ciclo olímpico en cantidad y calidad.
El país bajó el nivel en todos los eventos con relación a las versiones anteriores, demostrable en cada caso por el número de medallas y por las marcas establecidas con eliminación en rondas preliminares.
No es una justificación decir que México invierte más y tienen peores resultados, ellos tienen su propia realidad que debe ser evaluada allá, lo propio que otras naciones con pobres resultados.
Ahora que el COD y el Ministerio de Deportes andan de luna de miel y que sus incumbentes Luis Mejía Oviedo y Danilo Díaz prometieron un pacto de unidad, es propicia la oportunidad para exigir a las federaciones deportivas nacionales presentar planes reales de formación y seguimiento a nuevos y actuales talentos con miras al fortalecimiento de los deportes individuales y de conjunto.
Estamos en el momento justo de elevar los niveles del nuevo ciclo olímpico y no tener de temor de presentar los resultados, salga pato o gallareta.