Cada nuevo trae una nueva esperanza. Las ilusiones afloran por doquier. La alegría de esperar el 2020, no solo se queda en la tradición de la cena del puerco asado o el pavo, de comer las doce uvas o esperar el cañonazo, es un tiempo para mejorar nuestras vidas y la de otros.
Agradecer las bendiciones, perdonar, dar y compartir, restaurar relaciones, cerrar ciclos, renovar el espíritu y planear son 7 actitudes que pueden hacer nuestro 2020 más significativo.
1. Agradecer las bendiciones:
Cada año, pasar balance de las bendiciones que hemos recibido, nos prepara para nuevas bendiciones. Tenemos que agradecer la vida, la familia, los logros profesionales, las gracias espirituales y hasta las dificultades.
2. Perdonar:
Un gran regalo que podemos hacernos en Año Nuevo es perdonarnos a nosotros mismos las debilidades que nos hacen humanos. Perdonar también al que nos ha ofendido y así empezar el 2020 ligeros de equipaje y sin cargas que no nos pertenecen.
3. Dar y compartir:
Dar es entregar algo de nosotros. En Año Nuevo, dar significa compartir recursos con el que no tiene, limpiar el closet o la despensa y desprendernos de lo que otro necesita más.
4. Restaurar relaciones:
Muchas relaciones se pierden por distancia o descuido en cultivarlas. Año Nuevo es tiempo para reencuentros, para recordar buenos tiempos y reforzar lazos positivos de unión que nos ayudan a caminar juntos a los otros y a tener manos amigas y ofrecer las nuestras.
5. Renovar el Espíritu:
El fin de un año y el comienzo de otro, es idóneo para renovar el espíritu que nos anima. Para meditar, leer, orar y conectarnos con lo trascendente para fortalecernos en la fe y en la misión que nos mueve.
6. Cerrar ciclos
El año que empieza nos invita a cerrar ciclos porque, lo inconcluso, o rumiar el pasado impide aprovechar las oportunidades del presente y construir la esperanza del futuro.
7. Planear:
En todos los ámbitos de nuestras vidas, planificar el nuevo año escribiendo metas, fortalece el sentido de propósito y permite evidenciar el crecimiento personal obtenido en el tiempo. Con planes logrados, vivimos los años, cuando no los tenemos, nos pasan los años.