7 actitudes para el nuevo año

7 actitudes para el nuevo año

7 actitudes para el nuevo año

Altagracia Suriel

Cada nuevo trae una nueva esperanza. Las ilusiones afloran por doquier. La alegría de esperar el 2020, no solo se queda en la tradición de la cena del puerco asado o el pavo, de comer las doce uvas o esperar el cañonazo, es un tiempo para mejorar nuestras vidas y la de otros.

Agradecer las bendiciones, perdonar, dar y compartir, restaurar relaciones, cerrar ciclos, renovar el espíritu y planear son 7 actitudes que pueden hacer nuestro 2020 más significativo.

1. Agradecer las bendiciones:
Cada año, pasar balance de las bendiciones que hemos recibido, nos prepara para nuevas bendiciones. Tenemos que agradecer la vida, la familia, los logros profesionales, las gracias espirituales y hasta las dificultades.

2. Perdonar:
Un gran regalo que podemos hacernos en Año Nuevo es perdonarnos a nosotros mismos las debilidades que nos hacen humanos. Perdonar también al que nos ha ofendido y así empezar el 2020 ligeros de equipaje y sin cargas que no nos pertenecen.

3. Dar y compartir:
Dar es entregar algo de nosotros. En Año Nuevo, dar significa compartir recursos con el que no tiene, limpiar el closet o la despensa y desprendernos de lo que otro necesita más.

4. Restaurar relaciones:
Muchas relaciones se pierden por distancia o descuido en cultivarlas. Año Nuevo es tiempo para reencuentros, para recordar buenos tiempos y reforzar lazos positivos de unión que nos ayudan a caminar juntos a los otros y a tener manos amigas y ofrecer las nuestras.

5. Renovar el Espíritu:
El fin de un año y el comienzo de otro, es idóneo para renovar el espíritu que nos anima. Para meditar, leer, orar y conectarnos con lo trascendente para fortalecernos en la fe y en la misión que nos mueve.

6. Cerrar ciclos
El año que empieza nos invita a cerrar ciclos porque, lo inconcluso, o rumiar el pasado impide aprovechar las oportunidades del presente y construir la esperanza del futuro.

7. Planear:
En todos los ámbitos de nuestras vidas, planificar el nuevo año escribiendo metas, fortalece el sentido de propósito y permite evidenciar el crecimiento personal obtenido en el tiempo. Con planes logrados, vivimos los años, cuando no los tenemos, nos pasan los años.



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