El periódico El Caribe cumplió ayer 68 años. Desde su fundación aquel día en que se iniciaron formalmente los trabajos de construcción del Faro a Colón, cuando la dictadura de Trujillo contaba apenas 18 años de los 30 que el país habría de sufrir.
“El Caribe” ha sido testigo y protagonista de muchos y variados episodios de nuestra historia reciente, siendo hoy un informador veraz y un orientador social apegado a los más exigentes principios éticos del periodismo. Felicitaciones a su director Osvaldo Santana, a sus propietarios y a todo su personal, como corresponsables todos de su merecido éxito.
Para mí, en lo personal, la fecha de ayer tiene un significado especial, ligado también a la fundación de “El Caribe”: ese día a las 9 de la mañana salía yo del edificio de “El Caribe”, en la calle El Conde número uno, libreta y lápiz en la mano, en la primera asignación de mi vida como reportero, para cubrir –acompañando al veterano periodista Leoncio Pieter- las incidencias del inicio de la construcción del Faro a Colón. Con el tiempo llegué a ser director ejecutivo del diario.
Como es de suponerse, cada vez que “El Caribe” cumple años me siento como si fuera parte de la fiesta. ¡Enhorabuena!